En una extraña y ejemplar decisión, la Asociación de Fútbol de Turquía puso en práctica un plan para alejar los problemas de las canchas. De esta manera, en el partido entre Fenerbahce y Manisaspor no hubo presencia masculina y concurrieron solamente mujeres y niños mejores a doce años
El partido amistoso que protagonizó Fenerbahce ante Shakhtar Donetsk, que terminó suspendido por la invasión de los simpatizantes turcos al campo de juego, marcó un antes y un después.
A raíz de esto, la Federación de Fútbol de Turquía primero decidió sancionar al equipo con dos partidos sin público, pero luego cambió de idea y diseñó un plan para erradicar la violencia de los estadios de manera definitiva.
Para el partido que disputó el equipo de Estambul ante Manisaspor, estuvo prohibida la presencia masculina y de esta manera sólo concurrieron mujeres y niños menores a los doce años.
Tras el encuentro, que terminó 1 a 1 y tuvo 41.000 espectadores, el capitán del equipo, Alex de Sousa, expresó: “El recuerdo lo guardaré para siempre. No siempre se ven tantas mujeres y niños en un solo partido”.
De esta manera, los próximos equipos que protagonicen algún hecho de violencia recibirían esta sanción, que resultó ser muy particular y exitosa para el ente que rige los destinos de la actividad de dicho país.