Justin Bieber y Selena Gomez fueron blanco de un ritual muy conocido por los aficionados al baloncesto: la “Kiss Cam” o “Cámara del beso”.
La pareja se encontraba en la primera fila del Staples Center, a la espera del inicio del partido de Los Angeles Lakers por la NBA, cuando fueron captados por la traviesa filmadora.
Al verse en la pantalla gigante, rodeados de un corazón y el mensaje “bésame”, los jóvenes cantantes tuvieron que darse un beso en los labios para complacer a la audiencia.