Un juez italiano ordenó el arresto domiciliario para el capitán del Costa Concordia, el crucero que naufragó el viernes, permitiéndole así abandonar la cárcel donde permanecía detenido.
Francesco Schettino fue detenido un día después de la tragedia acusado de homicidio involuntario y de haber abandonado el barco antes de que los pasajeros fueran evacuados.
Los fiscales afirman que Schetti también se negó a regresar al crucero cuando se lo pidió un guardacostas.
Cortesia de BBC
Deja tu comentario