El genio de Neymar o el juego colectivo de Chile.
Al dueño de casa, que se ha mostrado muy dependiente de su astro Neymar, le llegó la hora de la verdad y si el jugador de Barcelona no tiene una buena tarde el sábado, se las verá en figurillas para superar al crecido Chile, un rival que el técnico Luiz Felipe Scolari hubiera querido evitar en la Copa Mundial.
“Cuando hablé de lo bueno que era Chile después del sorteo (hace seis meses), la gente dijo que los chilenos no eran tan buenos“, declaró Scolari al comentar esta semana el partido entre sudamericanos que pondrá en marcha los octavos de final. “Pero yo ya estaba al tanto del trabajo de (Jorge) Sampaoli y de sus jugadores. Sabíamos cómo jugaban“.
Chile ahoga al rival con marca a presión en toda la cancha y no le da tiempo para pensar. Además ha demostrado que puede anotar goles. Fue una de las sensaciones de la primera ronda al ganarle a Australia y al último campeón mundial España antes de caer 2-0 ante Holanda, un equipo que le mostró mucho respeto y la derrotó apostando al contragolpe.
Los chilenos esperan un partido muy distinto al que le plantearon los holandeses.
“Brasil ataca muy bien, con los delanteros y con los laterales. Será un partido de ida y vuelta, en el que ninguno de los dos va a esperar“, dijo el lateral chileno Mauricio Isla. “Son los dueños de casa, no creo que vayan a especular como hizo Holanda“.
En Brasil se prevé un cambio. Fernandinho lució muy bien e incluso anotó un gol y participó en otro cuando entró en el segundo tiempo en la victoria 4-1 sobre Camerún en el cierre de la primera ronda. En los últimos entrenamientos jugó de titular y se cree que estará de entrada por Paulinho, quien no ha terminado de convencer.
Foto y Fuente: AP