
El pujante negocio de los taxis es una consecuencia indirecta de la dura ley de inmigración que se implementó recientemente en Gainsville que autoriza a la policía a preguntar a un conductor por su estatus migratorio aunque se les pare por una infracción menor.
Así que muchos trabajadores indocumentados, ante el temor de que una simple multa por exceso de velocidad se pueda convertir en deportación, optan ahora por ir sólo en taxi: desde para ir al trabajo hasta para hacer la compra.
Fuente: BBC
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