El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó una propuesta hecha por una empresa canadiense para construir un gigantesco oleoducto desde Canadá hasta Texas.
Acusó a los republicanos en el Congreso de imponer un plazo de manera arbitraria para que se tomara la decisión y que no le permitieron a la Casa Blanca tener el tiempo suficiente para determinar qué tan seguro era el proyecto, conocido como el oleoducto Keystone XL.
Obama indicó que el rechazo no era una opinión sobre los méritos del proyecto, sino sobre la naturaleza arbitraria del plazo establecido para aceptar o no su construcción.
La compañía puede reintroducir el permiso si modifica los planes.
El primer ministro de Canadá, Stephen Harper, dijo que la decisión de Obama es “profundamente decepcionante”.
Cortesia de BBC
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