Muchas veces, nuestros cuerpos parecen un impedimento para el goce pleno del sexo. El sobrepeso, las diferencias de talla entre los amantes, y la falta de flexibilidad pueden estropear hasta el encuentro más deseado. Aquí van algunos consejos para cada uno de estos problemas…
Posiciones para hacer el amor… fuere cual fuere tu cuerpo
Si lo piensas un poco, notarás que el sexo es una cosa sorprendente. Tenemos a dos personas entrelazándose en la búsqueda de la liberación de tensiones, a través de movimientos de entrada y salida, que a veces pueden ser vigorosos y otras veces más sutiles.
Si le agregas a esto el plano mental del asunto –con todas las posibilidades que éste ofrece-, el abanico de distintas tallas, pesos y grados de flexibilidad –sin traspasar los límites físicos o las leyes físicas-, nos encontramos con que es asombroso lo que el cuerpo humano puede hacer en la búsqueda de esta liberación.
El buen sexo va mucho más allá de los cuerpos. Tiene que ver con la personalidad, la individualidad y la unicidad. Tu estado físico, peso y flexibilidad son factores que, según tus creencias, podrían limitar tu accionar sexual.
Esta es una lista con las posiciones sexuales que hacen al buen sexo, y de las que no debes privarte aunque tengas unos kilos o unos centímetros por sobre la normal, o aunque no seas la persona más flexible del mundo.
Peso
Puede haber algo de embarazoso en esos kilitos de más, que pueden ser causa de un decrecimiento del rendimiento sexual y de una sensibilidad exacerbada cuando la paranoia y el juicio de los demás comienzan a torturar las cabezas perturbadas.
Y si lo vemos de este modo: ¿Por qué no perder algo de peso a través de una actividad sexual activa y vigorosa? Mientras más oxígeno consumas, más serán las calorías que vuelen de tu cuerpo. Suspira y gime tanto como puedas, y tus calorías comenzarán a desaparecer.
Dibujo mecánico
Si ambos amantes tienen sobrepeso, intenta lo siguiente: deja que la mujer se recueste plana sobre su espalda y abre sus muslos. El hombre se recuesta con sus caderas por debajo de los muslos arqueados. Así sus barriguitas tendrán espacio para respirar, y aún estarán en una gran conexión a través de sus partes más felices.
Posición simétrica
Para el hombre de peso normal y la mujer deliciosamente voluptuosa: deja que tu mujer se recueste de costado y luego lleva su pierna superior hacia su pecho, o tan lejos como ésta pueda llegar. Deslízate por detrás de ella y abórdala por la retaguardia, con tus rodillas sobre cada lado de su pierna de abajo. Puedes controlar el ritmo sosteniéndote de su pierna superior.
Una visión desde atrás
Esta posición puede ser practicada por uno o ambos amantes con sobrepeso. Para decirlo en pocas palabras, se trata del conocido y adorado “perrito”. Todos conocen esta posición. Lo importante que debes tener en cuenta es tener todas tus partes alineadas y dentro del área deseada.
El hombre puede reposar su panza sobre el trasero de la mujer, permitiéndose así penetrar completamente a su pareja sin el estorbo de esta carga. Mientras ambos disfrutan de la posición, ella puede mantener sus brazos erguidos sobre la cama, dependiendo de su peso, o puede aflojarlos y recostar la mitad de su cuerpo sobre la cama al tiempo que mantiene la posición de las piernas.
Si lo deseas, puedes salirte y propinarle unos deliciosos besos en esos carnosos labios. Ahh, no te olvides de besarla en la boca también…
Talla
Ya sea que el hombre quede con los hombros y la cabeza más allá de la totalidad de la mujer, o que su cabeza quede inmersa en sus pechos, las diferencias de talla tienen el potencial de desafiar nuestra astucia a la hora del sexo.
Cucharita
Una gran posición para los amantes es la técnica de la cucharita. Es abrasadora y romántica. La talla no importa aquí, y los amantes podrán olvidarse de sus diferencias de altura y entregarse a la lujuria del acto sexual. Sólo tienes que recostarte de costado por detrás y entrarle por la retaguardia.
Esta posición es ideal para llenar de besos su espalda, y masajear los pezones y el clítoris con las manos libres. Para una penetración más profunda, ambos pueden recostarse en ángulos opuestos de 45 grados donde el ápice oficie de conexión entre ambos (parecido a una V).
Jinete invertido
Esta posición te ofrece una penetración completa y profunda. Deja que tu chica te monte mirando hacia tus pies y disfruta de la visión de su cola mientras acaricias esas hermosas nalgas. Las diferencias de talla quedarán fuera de juego mientras te pierdes en el hermoso espectáculo que tu chica te ofrece.
El desprecio
¿Extrañas el contacto ocular? ¿Los besos? ¿Y la fricción corporal completa? Aquí va una posición que ubicará sus cuerpos en forma verticalmente opuesta, y cercana a la altura de los ojos.
Enderézate o reclínate ligeramente. Deja que ella te monte mientras tú la haces subir y bajar. Mécela con dulzura y bésala fervientemente. Tus manos están libres para hacer lo que quieran.
Flexibilidad
No estamos hablando de movimientos propios de un contorsionista profesional, sino de aquellos al alcance de toda persona normal. Aquí van:
Hombre en cuclillas
La mujer no debería experimentar problemas de flexibilidad, ya que se recuesta sobre su espalda y la arquea en forma de U. El hombre está de rodillas, con su espalda un poco inclinada, y entra y aborda a la mujer, ubicando las piernas de ésta tan lejos de su pecho como sea posible.
Algunas mujeres podrán descansar sus rodillas sobre los hombros de su contraparte, dejando un ángulo de penetración muy franco y profundo. Experimenta para ver cuán confortable lo encuentra ella.
Trapecio volador
El hombre se sienta con la espalda derecha, las piernas abiertas en forma de V y ligeramente reclinadas, mientras la mujer desciende hacia él. Sus piernas se inclinan hacia el hombre. Sujetándola de las muñecas, el hombre la sostiene firmemente mientras ella se relaja hacia atrás casi tocando el suelo. Rítmicamente, empújala hacia ti, para crear la sensación de fricción.
Confort en control
Si te gusta tener el control de la situación y tu amante prefiere ser ligeramente dominada, tómala por detrás haciendo un giro inesperado. Ubícala en el borde de la cama. Ponla de rodillas y empújala hacia debajo de modo que su cara quede contra las sábanas y su parte trasera se mantenga levantada.
Penétrala lentamente y arrastra sus brazos hacia atrás. Ordénale que se sujete de tus muñecas o antebrazos, mientras las sostienes con firmeza. Adquiere un ritmo veloz o, si prefieres, penétrala en forma violenta.
Nota de precaución: no debes sobrepasar el punto de la comodidad de tu pareja. No trates de forzar sus brazos o piernas, más de lo que normalmente harías. Si ves algo de disgusto en su cara, cesa inmediatamente y procede en forma más apacible. Recuerda que ambos deben disfrutar por igual.
No es el tamaño, sino cómo lo uses…
Esta selección de posiciones no es, en absoluto, “el” recurso para que hombres y mujeres con sobrepeso, diferencias de talla, o problemas de flexibilidad consigan el placer sexual. Simplemente es un punto de partida.
Principalmente, el disfrutar de la otra persona y el cumplimentar los deseos de ambas partes son la forma más saludable de tener buen sexo.
Fuente: Escuchame.com