Subasta su trasero por la crisis económica

Tina es una neozelandesa de 23 años afectada por la crisis como tantos jóvenes de su edad. El último año no fue muy bueno en lo laboral. Pero en lugar de desanimarse, decidió buscarse la vida de una forma particular: utilizando su trasero.

Se quedó sin trabajo dos veces en el último año. Cansada de los fracasos, decidió buscarse la vida en forma autónoma. Y se buscó un negocio que no requería inversión financiera de ningún tipo pues la materia primera era parte de su propio cuerpo.

Y así fue que puso un aviso en el sitio web Trade Me. “Tu tatuaje en mi trasero” fue la frase elegida. Y el éxito no tardó en llegar. Este martes, Tina anunciaba en Facebook que su anuncio había tenido más de 230.000 clicks. Y el precio de subasta estaba en torno a los US$10.000.

“Es sorprendente cómo se ha globalizado”, dice Tina asombrada. “Todos están hablando de esto”. Fue tanta la repercusión que apenas trascendió en los medios se contabilizaron más de una decenas de anuncios similares para tatuar traseros, brazos y piernas.

¿Para qué puede querer alguien tatuar el trasero de una persona que no conoce? Tina da ideas para aumentar las posibilidades de que su subasta sea lo más rentable posible. Propuestas de matrimonio, publicidad comercial, cosas asombrosas, o simplemente para dar a conocer un diseño.

Propuestas

Quien ponga el dinero tendrá total libertad para elegir el dibujo. “Sólo espero que no haga nada estúpido”, le comentó a la agencia Reuters.

De hecho ya recibió varias propuestas para el tatuaje. “Hay gente común que quiere poner un retrato propio”, explica. “Otros prefieren poner: ‘propiedad de’ y su nombre”, comenta.

Pero tampoco es cuestión de pensar que quien finalmente se adjudique el “producto” va a tener amplios poderes sobre el lienzo. Tina especificó claramente las condiciones de la subasta.

Como indica el título del aviso el usufructo se limita a un tatuaje. Que nadie piense que se va a hacer acreedor a una sesión de body painting. Ella misma elegirá el lugar y el profesional que estampará el dibujo.

Y también dejó en claro algunas especificaciones técnicas. Será cuadrado, de 9 centímetros de lado y sólo en una de las nalgas, aunque el cliente podrá elegir en cual.

Otro incentivo para participar de la puja es que quien finalmente se quede con el “producto” podrá elegir el destino de parte del dinero pagado. El 20% irá a una institución de caridad de su elección.

¿Quién se convertirá en la otra mitad de esta historia? Para eso habrá que esperar hasta el viernes, cuando finalice el plazo para superar la oferta vigente.

Sea quien sea el “ganador del producto” recibirá por correo una foto enmarcada de la obra. Sin embargo deja la posibilidad abierta a que, a quien viva en la región y así lo desee, pueda acercarse a verla en vivo y en directo.

Tina asegura que sus padres están orgullosos de su decisión. Pero nada se sabe de la opinión de su novio -en Facebook figura que tiene una relación estable- que quizás se tenga que acostumbrar a ver el nombre de otro hombre en el trasero de su novia.

Cortesia de BBC

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