NUEVA YORK (AP) — Ahora esta rivalidad Knicks-Nets está realmente encendida.
Si no había empezado cuando los Nets dejaron Nueva Jersey y establecieron su nueva casa en un distrito de la ciudad de los Knicks, con seguridad llegó cuando Jason Kidd metió el triple que rompió el empate, convirtiéndose en enemigo de su antigua franquicia.
“Lo odio”, dijo Deron Williams, base de los Nets.
Williams bromeaba, pues son amigos. Pero los aficionados de los Nets que vieron a Kidd pedir salir de la organización y a Carmelo Anthony negarse a integrarse a la misma fácilmente podrían acumular más disgusto con los Knicks tras ver el martes a esos dos jugadores en acción.
Anthony metió 45 puntos, una marca personal en la temporada, Kidd hizo la canasta del empate con 24 segundos por jugarse y los Knicks remontaron un déficit de 17 unidades para vencer 100-97 a Brooklyn.
Kidd concluyó con 18 puntos frente a su ex equipo, que solía dominar a los Knicks cuando él jugaba en Nueva Jersey. Después cerró su puño en lo que dijo fue una jornada de muchas emociones, aunque negó sentir algún placer especial al vencer a los Nets.
“Soy un competidor. Quiero ganar”, afirmó.
Ahora la serie está empatada 1-1 desde que los Nets se mudaron a Brooklyn, y ambos encuentros se resolvieron bajo intensa tensión en los últimos minutos.
“Es (una rivalidad). Quiero decir, después de ese primer partido, bien podríamos aceptar eso”, dijo Anthony. “Es lo que es. Están en nuestra división, los vemos cuatro veces al año. Es una rivalidad. Es magnífico para Nueva York tener eso en Brooklyn y en Manhattan. Cuando venimos aquí es una batalla. Cuando ellos vayan allá, va a ser una batalla. Esperamos eso”.
Andray Blatche anotó 23 puntos en lugar de Brook López, que se perdió su tercer partido consecutivo debido a un esguince en el pie derecho. Williams agregó 18 puntos y 10 asistencias, y Reggie Evans capturó 18 rebotes, pero no pudieron evitar que los Nets perdieran su quinto encuentro seguido.
Gerald Wallace metió 17 unidades, pero tanto él como Williams fallaron triples que podrían haber empatado el partido en su última posesión de la pelota luego que Kidd rompió un empate a 97 con su canasta de tres puntos desde la banda izquierda mientras Jerry Stackhouse le cometía una falta.
Los Nets tuvieron abundantes oportunidades de darle un motivo de felicidad a sus aficionados.
“Este fue un partido que podíamos ganar”, dijo Avery Johnson, entrenador de Brooklyn, “pero de alguna forma no pudimos concretarlo”.
Por otro lado, tiene que haber un momento en que los Lakers de Los Angeles toquen fondo. Esta caótica temporada ha empeorado.
Kyrie Irving anotó 28 puntos en su regreso tras perderse 11 partidos con un dedo roto para conducir a los Cavaliers de Cleveland a una victoria por 100-94 sobre Kobe Bryant y los Lakers, que no se ven para nada como un equipo candidato al título de la NBA… ni a ningún otro galardón.
“Este es uno de los tramos de mayor desafío en mis 17 años (en la liga), y también el más desconcertante”, dijo un perplejo Bryant después de que los Lakers perdieron por octava ocasión en 11 partidos. “Tenemos el talento y el personal para hacerlo (ganar), pero no lo estamos haciendo, y es desconcertante. Es extremadamente frustrante”.
“No tiene ningún sentido. Seguimos encontrando formas de perder partidos”, agregó.
Por Cleveland, C.J. Miles anotó 28 unidades en su primer ingreso como titular esta campaña, Alonzo Gee 17 y el brasileño Anderson Varejao 20 con ocho canastas en 13 intentos y cuatro tiros libres en siete oportunidades durante los 34:51 minutos que jugó.
Irving agregó 11 asistencias en 39 minutos y mostró su deslumbrante gama de movimientos en un partido en el que los Cavs, que llegaron con sólo cuatro victorias en la temporada, pusieron fin a una racha de cinco derrotas.
Bryant anotó 42 puntos y Dwight Howard aportó 19 unidades y 20 rebotes, pero fue insuficiente para impedir que los Lakers, que aún no cuentan con el español Pau Gasol ni con el canadiense Steve Nash, iniciaran una gira de cuatro partidos con una derrota cuyo dolor podría durar cierto tiempo.
“De alguna forma tenemos que detener la hemorragia”, dijo Howard, que a mediados de año obligó a que Orlando lo canjeara para pasar a los Lakers y con ello tal vez ganar algunos campeonatos. “No podemos permitir que esto apague demasiado nuestro espíritu. En estos momentos es duro sobre todos nosotros”.
“Queremos ganar. Estamos hartos de perder. Todos comprendemos que las situaciones como esta no duran para siempre”, añadió.
Los Angeles cayó 16 puntos abajo en el marcador en el tercer cuarto, y a pesar del valiente intento de Bryant por rescatar al equipo —anotó 16 unidades en el último período— la foja de los Lakers descendió a 1-10 en partidos en que el superastro anota 30 o más unidades.
“Jugamos un básquetbol muy carente de inspiración, a la ofensiva y a la defensiva”, dijo el entrenador Mike D’Antoni, recién traído para enderezar a una escuadra que está jugando por debajo de su nivel después de que Mike Brown fue despedido después de cinco partidos en la campaña.
“Jugamos a un ritmo muy lento y pasamos apuros… Tal vez somos lentos. Tal vez no lo podemos hacer. Es mi trabajo corregirlo… y eso es lo que haré”, agregó.
En otros encuentros de la jornada, los Nuggets de Denver vencieron 101-94 a los Pistons de Detroit; los Wizards de Washington 77-70 a los Hornets de Nueva Orleáns y los Clippers de Los Angeles 94-89 a los Bulls de Chicago.
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El periodista de The Associated Press Tom Withers contribuyó con este despacho desde Cleveland.