WASHINGTON (AP) — El flamante secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, afirmó que las limitaciones presupuestarias que enfrenta el país o la complejidad de los desafíos globales no harán que el país se retire del escenario mundial.
En un discurso el miércoles por la noche después de que el vicepresidente Joe Biden le tomara el juramento en el cargo, Kerry dijo que su servicio militar en Vietnam le enseñó el costo que tiene el fracaso de la diplomacia.
Se dijo comprometido con el trabajo en favor de la paz, pero advirtió que no rehuirá los pasos necesarios para defender a Estados Unidos, sus valores o ideales en caso de que fueran amenazados por el “extremismo, el terrorismo, el caos o la maldad”.
Estados Unidos realiza tareas “excepcionales”, de las que depende el mundo y seguirá haciéndolas, dijo el ex senador por Massachusetts, ante los aplausos de legisladores actuales y jubilados, así como de funcionarios de seguridad nacional, en el acto realizado en la Sala Benjamin Franklin del Departamento de Estado.
“Se sabe que mi experiencia en la guerra formó mi experiencia sobre el costo humano del fracaso de la diplomacia y el costo del conflicto en sí mismo”, dijo en su discurso de unos 20 minutos, que no dio detalles sobre sus políticas pero sí abundó en su visión sobre la política exterior.
“Estoy orgulloso de asumir este trabajo, porque quiero trabajar por la paz y porque los valores e ideales de nuestra nación son realmente representantes de las mejores posibilidades de vida aquí en la Tierra”, afirmó.
“Pero debo ser claro hoy ante quienes me escuchan: aunque prefiero la resolución pacífica de los conflictos, mi trayectoria me ha enseñado que cuando se agotan los remedios debemos estar preparados para defender nuestra causa y para hacer lo necesario a fin de enfrentar el extremismo, el terrorismo, el caos y la maldad. Y seguiremos haciendo eso”.
Destacó varios proyectos no bélicos que, a su juicio, representan los valores estadounidenses, como las contribuciones de Estados Unidos a la atención y prevención del sida, la defensa de los derechos de las niñas y las mujeres, así como las campañas de educación de la infancia. Empero, enfatizó que los éxitos podrían estar en riesgo ante los avances tecnológicos, el crecimiento explosivo de la población de jóvenes y “las luchas sectarias desatadas, junto con el extremismo religioso”.
“A menos que permanezcamos vigilantes, estas fuerzas amenazan con desmadejar Estados enteros y con crear focos mayores de inestabilidad en comparación con lo que hemos visto en épocas recientes”, advirtió. “Éste es nuestro desafío”.
Cerró su discurso con un exhorto a sus nuevos subordinados.
“Estados Unidos hace cosas excepcionales y debemos seguir haciéndolas. El mundo depende de nosotros”, enfatizó. “Éste no es el momento de que Estados Unidos se retire. Es el momento para que continuemos liderando. Hay que trabajar”.
En las horas anteriores a la ceremonia del miércoles, Kerry habló por teléfono con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen y con el canciller ruso Sergey Lavrov. El martes, habló con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, así como con los cancilleres de China e India y con la directora de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton.
Ha conversado también con funcionarios de Israel, los territorios palestinos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Turquía, Canadá, México, Corea del Sur y Japón.