CHICAGO (AP) — No es raro que en tiroteos y otros incidentes traumáticos haya niños involucrados, pero lo que sorprende es la falta de evidencia científica sobre la mejor manera de ayudar a que los jóvenes sobrevivientes y testigos sanen, reveló un estudio financiado por el gobierno de Estados Unidos.
Los tratamientos de terapia en las escuelas resultaron ser los más prometedores, pero no existen pruebas contundentes de que los medicamentos contra la ansiedad y de otro tipo funcionen, y es necesario realizar muchos más estudios a fin de ofrecer respuestas sólidas, dijeron los autores del análisis de 25 estudios y cuyo reporte fue financiado por la Agencia Federal para la Investigación y la Calidad de la Atención Médica (AHRQ, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la investigación citada en el reporte, aproximadamente dos tercios de los niños y adolescentes menores de 18 años en Estados Unidos vivirán al menos un incidente traumático, entre ellos tiroteos u otros actos violentos, accidentes automovilísticos y desastres naturales. Esa cifra incluye sobrevivientes y testigos de eventos traumáticos. La mayoría no sufrirá ningún problema psicológico a largo plazo, pero cerca del 13% desarrollará síntomas de estrés postraumático, incluyendo ansiedad, problemas de conducta y otros problemas relacionados con el incidente.
Las conclusiones del reporte no implican que ningún tratamiento funcione. Es sólo que nadie sabe qué tratamiento es el mejor, o si algunos de ellos funcionan mejor para ciertos niños que para otros.
“Nuestro hallazgo sirve como un llamado a actuar”, escribieron los investigadores en su análisis, publicado en internet el lunes por la revista Pediatrics.
“Este es un tema muy importante, a la luz de incidentes recientes”, dijo Valerie Forman-Hoffman, autora principal del reporte e investigadora de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
Forman-Hoffman, madre de dos niños pequeños, dijo que los resultados de la investigación sugieren que es posible que uno de sus hijos experimente algún tipo de trauma antes de llegar a la edad adulta.
“Como padre, deseo saber qué funciona mejor”, agregó.
Además de la matanza ocurrida en diciembre en la primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, otras tragedias recientes que implican jóvenes sobrevivientes y testigos incluyen la muerte a tiros de una joven de 15 años ocurrida el mes pasado en Chicago frente a sus amigos; la supertormenta Sandy en octubre; y el tornado en Joplin, Misurí, de 2011, entre cuyos sobrevivientes se encuentran estudiantes de una secundaria que fue destruida en su totalidad.
Algunos podrían estar bien sin necesidad de tratamiento; otros requerirán algún tipo de terapia para ayudarlos a superarlo.
El estudio de cuál tratamiento es el más efectivo resulta difícil debido a que muchos factores afectan la manera en que un niño o un adolescente responderá emocionalmente luego de un incidente traumático, dijo Denise Dowd, una médico de emergencias y directora investigadora de los Hospitales y Clínicas Infantiles Mercy en Kansas City, Misurí, y autora de un editorial de la revista Pediatrics.
Uno de los factores más importantes es la forma en que los padres del niño manejan las secuelas, dijo.
“Si el padre se pierde la compostura” y tiene dificultades para controlar sus emociones, los niños tendrán más problemas al enfrentar un trauma. Los niños traumatizados necesitan sentir que se encuentran en un ambiente estable y seguro, y si sus padres tienen problemas para superarlo, “va a ser muy difícil para el niño”, aseguró Dowd.
Los investigadores analizaron 25 estudios de tratamientos que incluyeron medicamentos contra la ansiedad y la depresión, terapias en escuelas y varios tipos de psicoterapia.
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En internet:
Revista Pediatrics: http://www.pediatrics.org (en inglés)