BERLIN, Alemania (AP) — Nestlé SA, el mayor productor de alimentos y bebidas procesadas del mundo, se sumó a las compañías que han tenido que retirar algunos de sus productos en Europa después de que se halló que contenían carne de caballo no declarada.
La compañía, con sede en Vevey, Suiza, expresó en un comunicado el lunes por la noche que sacó del mercado algunos de sus platillos de pasta con carne de res después que pruebas realizadas dos días antes identificaron la presencia de ADN de caballo. Nestlé dijo que ha aumentado la vigilancia luego que el mes pasado salieron a relucir informes de que en Gran Bretaña se han vendido productos alimentarios que no contienen lo que indica la etiqueta.
“Nuestros exámenes han hallado trazas de ADN de caballo en dos productos elaborados con carne de res suministrada por H.J. Schypke”, expresó Nestlé en una declaración. “Los niveles hallados superan el límite de 1% que la Agencia de Seguridad Alimentaria del Reino Unido usa para indicar la posibilidad de adulteración o negligencia flagrante”.
H.J. Schypke, subcontratista alemán de uno de los proveedores de Nestlé, JBS Toledo N.V., con sede en Bélgica, indicó en un comunicado el martes que no ha adquirido carne de caballo a sabiendas.
“Lamentamos este incidente e intensificaremos nuestros esfuerzos para ofrecer productos de la mayor calidad”, expresó el comunicado. “Como resultado, realizaremos pruebas genéticas a toda la carne cruda que compremos en el futuro”.
Nestlé insistió en que sus platillos congelados de ravioli y tortellini con carne de res de la marca Buitoni enviados a Italia y España, así como carne congelada vendida bajo la etiqueta Lasagnes à la Bolognaise Gourmandes a un negocio de servicios alimentarios en Francia, son seguros para el consumo.
Otras marcas de alimentos de Nestlé, como Stouffer’s, Lean Cuisine y alimentos Gerber para bebés no resultaron afectados.
En declaraciones a los reporteros la semana pasada durante la presentación de los resultados anuales de la compañía, el director general de Nestlé, Paul Bulcke, dijo que los informes de la presencia de carne de caballo en la cadena de productos alimentarios en Europa han afectado adversamente a todo el sector alimentario mundial, pero que su empresa tiene “normas muy estrictas y muy disciplinadas con nuestros proveedores” para evitar que sus productos resulten contaminados.
“La calidad también tiene un precio”, afirmó Bulcke. “Por eso es que algunas veces nuestros productos son un poco más caros, porque estas cosas cuestan dinero”.