LONDRES (AP) — Margaret Thatcher no sólo fue una gigante política sino un ícono cultural, atacada por comediantes, convertida en marioneta e interpretada a la perfección por la ganadora del Oscar Meryl Streep.
Con sus políticas intransigentes, su determinación férrea, sus peinados abombados y su bolso de mano, la fallecida líder británica fue una fuente inagotable para comediantes, dramaturgos, novelistas y hasta compositores que la amaron o, en la mayoría de los casos, la odiaron.
OBJETO DE SÁTIRAS
Las políticas de libre mercado de Thatcher transformaron y dividieron a Gran Bretaña y desataron una ola de furia creativa de sus detractores, una generación entera de comediantes británicos, desde Ben Elton hasta Alexei Sayle, que demostraron sus talentos burlándose de Thatcher.
Para los titiriteros satíricos de la popular series de televisión de la década de 1980 “Spitting Image”, Thatcher era una abusadora que fumaba puro, una carnicera con un cuchillo ensangrentado, una líder dominante en un Gabinete dócil. Un segmento famoso mostraba a Thatcher y a sus ministros reunidos para una cena. Thatcher pedía un filete “¿Y no va a pedir verduras?”, preguntaba la mesera. “Comerán lo mismo que yo”, respondía Thatcher.
El programa estadounidense “Saturday Night Live” también aprovechó el personaje, aunque de manera un poco más amable, al mostrar a la Dama de Hierro en varios programas. En uno de ellos, el integrante de Monty Python Michael Palin interpretó a la primera ministra poco después de su elección en 1979 mofándose de su corte de cabello.
OPOSICIÓN MUSICAL
El pop fue político en los tiempos de Thatcher, cuando la severa división social de los 80 encendió una llama de furia musical.
“Cuando me preguntan quién es mi mayor inspiración siempre respondo ‘Margaret Thatcher”’, dijo el cantautor Billy Bragg, uno de sus principales detractores, en 2009. “La verdad es que antes de que llegara a mi vida era sólo un cantautor ordinario”.
Bragg era integrante del movimiento Red Wedge de 1980 contra Thatcher y los conservadores y a favor del Partido Laborista.
The Beat instó a Thatcher a renunciar en “Stand Down Margaret”.
Elvis Costello incluso llegó a imaginar la muerte de Thatcher en “Tramp the Dirt Down”, en la que decía: “Cuando por fin te entierren me pararé sobre tu tumba y aplastaré la tierra abajo”.
El ex vocalista de The Smiths, Morrissey, fue aún más lejos al fantasear con “Margaret en la guillotina”.
Pero para músicos más jóvenes, Thatcher era una figura positiva.
La ex integrante de las Spice Girls, Geri Halliwell, quien solía vestirse con la bandera británica cuando formaba parte del grupo en la década de 1990, escribió en Twitter el lunes: “Recordando a nuestra 1 dama del girl power, Margaret Thatcher, la hija de un tendero que me enseñó que todo es posible”, dijo en referencia al movimiento “girl power” de fortaleza femenina que promovían las Spice Girls. Poco después Halliwell borró el mensaje y se disculpó por las críticas de los tuiteros.
INSPIRACIÓN LITERARIA
Thatcher ha aparecido en varias novelas que se desarrollan o fueron escritas en la década de 1980.
En el libro de Salman Rushdie de 1988 “Los versos satánicos”, aparecía como el personaje de la “Señora Tortura”.
También era una presencia importante aunque oculta en la novela ganadora del premio Booker “The Line of Beauty” de Alan Hollinghurst, publicada en 2004, cuya trama se desarrolla durante la cúspide del dominio de Thatcher. La aparición de la primera ministra en la fiesta de un legislador conservador, en la que pone nerviosos a los asistentes y baila música de los Rolling Stones con el joven protagonista de la historia, es el giro en la trama de la historia de poder y exceso de Hollinghurst.
FIGURA EN EL CINE Y EL TEATRO
La transformación de Thatcher en un personaje de teatro y cine comenzó poco después de que asumió el poder. Desde 1981 con la sátira teatral “Anyone for Denis?”, Thatcher fue presentada bajo la luz de la comedia.
Thatcher sigue siendo una figura poderosa y un resumen de los años 80 en los escenarios. En el musical ganador de los premios Olivier y Tony “Billy Elliot”, un grupo de mineros canta “Merry Christmas Maggie Thatcher”, una pieza de Elton John que dice: “Celebramos hoy porque estamos un día más cerca de tu muerte”.
Actualmente en Londres se presenta exitosamente “The Audience”, una obra sobre las entrevistas entre la reina Isabel II y los 12 primeros ministros que han desfilado frente a ella durante su largo reinado. La obra es un drama liberal y la estridente Thatcher interpretada por Haydn Gwynne es amablemente reprendida por la monarca por su oposición a las sanciones contra el apartheid en Sudáfrica.
En el cine el personaje de Thatcher aparece brevemente al final de la película de James Bond de 1981 “For Your Eyes Only”. Para los directores de izquierda, la primera ministra no era un personaje de comedia. “My Beautiful Laundrette” de Stephen Frears es una de varias película de los 80 en la que se retrata la Gran Bretaña de Thatcher como un país de pobreza y racismo así como de políticas económicas.
Otros han encontrado el drama en la historia de la hija de un tendero trabajador que se convirtió en la primera mujer al frente del Estado británico. En la película hecha para televisión de 2008 “The Long Walk to Finchley”, Andrea Riseborough interpretó a la joven política luchando por un escaño en el Parlamento. Al año siguiente “Margaret”, con Lindsay Duncan, mostraba el final de su carrera con una revuelta en el Gabinete en 1990.
En la versión más aclamada y reciente, Streep encarnó a la envejecida política recordando su vida en “La Dama de Hierro” (2011) y ganó un Oscar por su interpretación de la divisiva aunque humanizada primera ministra.
Streep dijo el lunes que el legado político de Thatcher era “digno de un cambio en el argumento de la historia”.
“Es difícil imaginar una parte de nuestra historia actual que no haya sido afectada por las medidas que implementó en Gran Bretaña”, dijo Streep. “Para mí era una persona admirable por su fuerza y coraje”.
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Jill Lawless está en Twitter como //Twitter.com/JillLawless