CLEVELAND, Ohio, EE.UU. (AP) — Un hombre de Cleveland fue acusado formalmente el jueves del secuestro y la violación de tres mujeres halladas en su casa después de que desaparecieron hace unos 10 años.
Durante la breve audiencia pública, Ariel Castro dirigía constantemente la vista al suelo, se mordía el cuello de la camisa y firmaba documentos con las manos esposadas. El juez le fijó una fianza de ocho millones de dólares.
El ex conductor de autobús escolar, de 52 años, es por ahora el único sospechoso en el caso. No hizo declaraciones.
Las mujeres, halladas vivas, soportaron 10 años de cautiverio en una casa sucia donde se las violaba y sólo se les permitía salir disfrazadas a un garaje a pocos metros de distancia, según los investigadores.
Aunque siguen sin aclararse muchas incógnitas sobre cómo Castro mantuvo un control tan rígido sobre las mujeres durante tantos años antes de que una de ellas lograra finalmente escapar el lunes y alertar a la policía, los horrores que sufrieron han comenzado a salir a la luz pública.
La policía dijo que al parecer las mujeres eran atadas con cuerdas y cadenas de vez en cuando y eran mantenidas en habitaciones diferentes. Padecieron prolongados acosos sexuales y psicológicos y sufrieron abortos, según un concejal municipal.
Castro fue acusado de cuatro cargos de secuestro —tanto por las cautivas como por la hija que tuvo una de ellas— y tres cargos de violación, que implican a las tres mujeres.
Las mujeres y Castro formularon largas declaraciones ante la policía, que las utilizó para cimentar su caso, dijo el subjefe de policía Ed Tomba.
Las mujeres, de 20 a 30 años, desaparecieron separadamente en el 2002 y 2004 cuando tenían 14, 16 y 20 años.
Ninguna de ellas dio indicio alguno de que los dos hermanos mayores de Castro, detenidos el lunes, hayan estado involucrados en el caso, dijo Tomba. Los fiscales no presentaron cargos contra los hermanos por falta de evidencia.
“Ariel mantenía a todo el mundo a distancia”, afirmó.
En una conferencia de prensa, las autoridades no quisieron hablar sobre las circunstancias de su secuestro y cautiverio.
El concejal municipal Brian Cummins dijo anteriormente: “Sabemos que las víctimas han confirmado abortos, pero desconocemos con quién, cuántos y en qué condiciones”.
Las mujeres recuerdan haber salido al exterior en dos ocasiones durante todo el tiempo que estuvieron en cautiverio, dijo Tomba.
“Nos dijeron que salieron de la casa y fueron al garaje disfrazadas”, señaló.
En la casa estaba la hija de 6 años de Amanda Berry, una de las secuestradas. Se está efectuando una prueba de paternidad a Castro.
Castro ya había sido acusado de romperle la nariz dos veces a la madre de sus hijos, tumbarle un diente, dislocarle ambos hombros y amenazar matarla, así como a las hijas de ella, de acuerdo con una denuncia de violencia doméstica interpuesta en 2005 ante el Tribunal de Relaciones Domésticas del condado de Cuyahoga.
El documento presentado por Grimilda Figueroa en el que solicitaba una orden judicial de protección también decía que Castro frecuentemente secuestraba a las hijas de ella e impedía que las viera. Figueroa murió de cáncer en abril de 2012.
El padre de Figueroa, Ismael Figueroa, dijo el miércoles que Castro solía encerrar a su hija dentro del apartamento en un segundo piso en la casa donde vivieron cuando estuvieron juntos por primera vez.
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Los periodistas de The Associated Press Andrew Welsh-Huggins y Mike Householder y el colaborador John Coyne en Cleveland; Mitch Stacy en Columbus; Dan Sewell en Cincinnati; John Seewer en Toledo; Rhonda Shafner y Jennifer Farrar en Nueva York contribuyeron a este artículo.