MIAMI (AP) — Andrea, la primera tormenta tropical de la temporada en el Atlántico tomó fuerza las primeras horas del jueves mientras avanza hacia la costa oeste de Florida, y se emitió una nueva alerta de tormenta tropical para una franja de la costa este de Estados Unidos.
Los vientos sostenidos máximos de Andrea se incrementaron a casi 95 kilómetros por hora (60 millas por hora), pero no se prevé que alcance fuerza de huracán.
Se emitieron alertas de tormenta en una extensa sección de la costa oeste de Florida, desde Boca Grande a Indian Pass, y para la costa este del país, de Flagler Beach, Florida, hasta Cape Charles Light, en Virginia.
“La lluvia cubre una buena porción de la península de Florida aun cuando el vórtice está a unos 300 kilómetros (200 millas) de la costa”, dijo Eric Blake, especialista del Centro Nacional de Huracanes de Miami.
La crecida de la marea es la mayor amenaza conforme se acerca el meteoro, dijo Blake. El centro de huracanes prevé un aumento de entre 60 y 120 centímetros (2-4 pies) cerca de donde la tormenta toque tierra, que se prevé sea la región conocida como Big Bend.
Las inundaciones también son una inquietud, ya que se esperan de 7 a 14 centímetros (3 a 6 pulgadas) de lluvia. En zonas aisladas de Florida y el sureste de Georgia podrían caer hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvia.
En tanto, el Servicio Meteorológico Nacional en Tampa confirmó que dos tornados tocaron tierra el jueves, uno en Myakka City y otro en Sun City Center. El meteorólogo Rodney Wynn dijo que había reportes de caída de árboles y del tendido eléctrico. No hubo reportes de lesionados.
A las 5 de la mañana, hora del Este, la tormenta se encontraba a 355 kilómetros (220 millas) al oeste-suroeste de Tampa y se desplazaba con dirección nor-noreste a 20 kph (13 mph).
En Florida, Gulf Islands National Seashore cerró sus campamentos de playa y el camino que lleva al popular parque el miércoles.
En Pensacola Beach, asociaciones de condóminos pidieron a las personas retirar muebles de los balcones altos ante la llegada de fuertes vientos y los salvavidas alertaron a los turistas de posible alto oleaje.