NUEVA YORK (AP) — Brad Pitt quiso crear un mejor éxito de taquilla.
Durante los años en que Hollywood se inclinó por las superproducciones y las cintas de superhéroes, uno de los astros más grandes del cine se mantuvo ampliamente al margen, enfocándose en vez en producciones ambiciosas como “El árbol de la vida” o “Bastardos sin gloria” y dramas poco probables como “El juego de la fortuna”.
Pero el apocalipsis de los zombis “World War Z”, que se estrena el viernes, es un esfuerzo audaz de alto presupuesto que Pitt venía preparando desde hacía tiempo para entrar en el mundo de las franquicias. Es su intento por construir no sólo un desastre emocionante como “Infierno en la torre” de 1974, que vio en repetidas ocasiones de niño mientras crecía en Misurí, sino por hacer una cinta de acción que haga pensar al público, llena de interrogantes geopolíticas.
Ha sido una cruzada sin pretensiones.
“Estas películas son mucho más difíciles de lo que imaginé”, dijo Pitt en una entrevista reciente mientras bebía café en un restaurante cerca de Times Square.
Basada en la novela de ciencia ficción del 2006 “World War Z: An Oral History of the Zombie War” de Max Brooks (hijo de Mel Brooks), la cinta de más de 200 millones de dólares llega a los cines tras un recorrido escabroso en el que pasó por una multitud de guionistas, cambió a varios elementos importantes de su equipo de producción, postergó su fecha de estreno y, más notablemente, volvió a filmar el final.
Pero la mayoría de los cinéfilos que irán a verla — lejos del fracaso que muchos pronosticaron — probablemente se pregunten a qué se debió tanta crítica. Como señala la coproductora Dede Gardner, nadie dice: “Cariño, vayamos a ver esta película el viernes. Te juro que la terminaron a tiempo y dentro de su presupuesto”.
Las reseñas han sido en su mayoría positivas. “World War Z” es un thriller fascinante y dinámico y, atípicamente para una superproducción de verano, es protagonizada por un humano que depende puramente de su intelecto y experiencia mientras viaja por el mundo tratando de resolver la pandemia de zombis que han plagado a casi todo el planeta. Pitt hace el papel de un ex investigador de las Naciones Unidas, un hombre sin superpoderes, armas y, como dice el actor, que “ni siquiera puede correr tan rápido”.
Puede que suene paradójico, pero aunque “World War Z” está inundada de horripilantes hordas de zombis gruñones, es una de las superproducciones más humanas del verano.
Mientras Hollywood espera con ansiedad ver cómo la cinta se desempeña en taquilla, Pitt se siente confiado. Le ha dado forma al filme como productor desde que su compañía Plan B adquirió los derechos del libro en el 2006.
“Sé que funciona”, dijo el actor de 49 años. “Sé que todos los involucrados estarán contentos. La pregunta es cuán contentos. Nosotros estamos orgullosos. Cuando uno se involucra con una película como ésta a esta escala, a este costo, la responsabilidad de llegar a ese monto de inmediato (en la taquilla) es mayor”.
Al igual que su personaje, Pitt ha estado viajando alrededor del mundo para promover “World War Z”. Pasó el Día del Padre con su familia, pero a más de 12.000 metros (40.000 pies), dice. “Tenía algunos países por visitar”, expresó con una sonrisa.
Reconoce que la cinta ha sido “una experiencia educativa”, pero está animado y repite que fue “muy divertido” hacer una película de estas proporciones. Adaptar el libro— una serie de mensajes en primera persona desde distintas partes del mundo— requirió no sólo darle un hilo narrativo a la historia sino capturar la teoría de la novela de cuán egoístas serían las naciones ante una catástrofe mundial. (Bien pintada, por ejemplo, figura Israel, un país aislado por un muro en la cinta donde transcurre la escena más extrema, filmada en Malta con unos 900 extras).
Pero al final, el principio de realizar una película taquillera a menudo superó las ambiciones mayores de los cineastas, que debieron cortar gran parte de la alegoría.
“Se volvió demasiado densa”, dijo Pitt. “Nos agobiamos demasiado. Pasamos un par de años en eso. No podíamos volverla una película. Nos debatimos si usábamos la cinta como un caballo de Troya por eso, pero estas cosas tienen que ser divertidas. Y nosotros mismos estábamos aburridos”.
En vez, los cineastas, incluido el director Marc Forster (“Quantum of Solace”, “Más extraño que la ficción”), se esforzaron por encontrar lo que Pitt llama “el ritmo de un filme de acción de verano, la cadencia que necesita”.
“Las películas tienen un ADN”, dijo Gardner. “Tienen su propia identidad. Esta simplemente nos daba pelea. Contraatacaba y, al final, de algún modo que realmente aprecio porque satisfizo nuestras ambiciones a través de sus propias ambiciones”.
La parte más dolorosa de “World War Z” fue decidir que el tercer acto— una batalla de gran escala con los zombis en la Plaza Roja de Moscú, filmada en Budapest — no funcionaba. Darse cuenta de esto fue desgarrador, y fue luego que los cineastas y ejecutivos de Paramount vieron el filme.
“Fue abismal”, dijo Pitt. “Realmente doloroso. Después de haber trabajado tan arduamente decir, ‘Ay, estamos tan lejos’. Teníamos mucho por hacer. Uno se va a casa, se toma unas cervezas y se levanta al día siguiente diciendo, ‘OK. Esto es lo que tenemos que hacer”’.
Aunque juguetear con una película en post-producción es normal, contratar a guionistas (Damon Lindelof, Drew Goddard) que escriban un nuevo final no es tan común. El resultado: una nueva secuencia silenciosamente tensa ubicada en Gales, a un costo de otros 20 millones de dólares.
“Simplemente decidimos que (el final) no era suficientemente bueno”, dijo Gardner. “Lo veo como algo positivo. Fuimos muy afortunados de tener socios en Paramount que estaban interesados en rehacerlo. No puedo expresar lo agradecida que estoy por eso”.
La necesidad de volver a filmar, empero, contribuyó ampliamente con las primeras percepciones del filme. Aunque Pitt admite que la producción al principio fue difícil, dice que una vez que encontraron soluciones el proceso fue “realmente divertido”.
“Uno suele oír que los artistas de un estudio no se llevaron bien”, dijo Pitt. “Esta fue una experiencia realmente buena, absolutamente. (Paramount) ha sido muy comprensiva y trajo a la mesa ideas creativas maravillosas”.
El que “World War Z” tenga una segunda parte, que era la idea inicial, dependerá de su desempeño en la taquilla.
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Jake Coyle está en Twitter como http://twitter.com/jake_coyle