Grandes de Dancing With the Stars luchan con tango

NUEVA YORK (AP) — En un estudio de danza sofocante en el centro de Manhattan, a dos profesionales de “Dancing With the Stars” les dieron vuelta a la tortilla: esa tarde, ellos eran los estudiantes.

Karina Smirnoff y Maksim Chmerkovskiy daban giros frente a un espejo bajo la mirada vigilante de un par de profesionales argentinos del tango: Victoria Galoto y Juan Paulo Horvath.

“No”, Galoto dijo en un momento, deteniendo el ensayo y tomando a su compañero para demostrarles a los astros de la televisión cómo son en verdad los pasos. “Así”.

Smirnoff y Chmerkovskiy podrán ser ex campeones de baile latino de salón y estar lo suficientemente dotados como para haber trabajado 13 temporadas en “Dancing With the Stars”. Pero aquí, se afanan para estar listos para Broadway con un baile al que le dicen un “animal de cuatro patas con dos corazones palpitantes”.

“Aquí no aplica nada de lo que sabemos”, dijo Chmerkovskiy, con toda la camiseta sudada. “Es como tratar de ser un gran poeta en otro idioma. Es muy difícil”.

La pareja protagoniza la reposición de “Forever Tango” de Luis Bravo, que abarca desde el nacimiento de esta danza en las calles de Buenos Aires a fines del siglo XIX hasta sus manifestaciones más modernas. Asumirán los papeles de Galoto y Horvath cuando el espectáculo rodante llegue al Teatro Walter Kerr este mes.

Para más picante, Smirnoff y Chmerkovskiy, ambos nacidos en Ucrania, alguna vez fueron amantes; estuvieron comprometidos durante nueve meses en el 2009. Sin embargo, insisten en que han superado sus asuntos personales y salido adelante.

En persona, lucen cómodos y juguetones, se hacen bromas, se tocan con naturalidad y se ríen fácilmente. Tras posar para una foto, Smirnoff le dice bromeando al fotógrafo: “¿Puedes hacer que yo me vea bien en todas las fotos? Cómo luce él, no tiene importancia”.

Cuando bailan, sus movimientos son naturales. La delgada y hermosa Smirnoff parece derretirse en el musculoso torso de Chmerkovskiy. Piensan que su pasado íntimo puede de hecho ayudarlos a interpretar este baile, que debe ser sexy y sensual si se hace bien.

“Creo que ayuda. Con cada danza uno suele recurrir a la experiencia, a las emociones, a lo que sea con lo que uno se identifique. Creo que con Maks, ambos podemos ir a un lugar donde…”, dice Smirnoff.

“…nadie ha ido antes”, agrega Chmerkovskiy, soltando una carcajada.

“Exactamente. Tuvimos nuestros altibajos y podemos trasladarlo a la danza y hacerla mucho mejor”, remata ella.

“Aparte de lo que ocurrió, la respeto mucho como bailarina. Pasamos por un mal momento una que otra vez, pero ha quedado documentado: jamás le perdí el respeto”, agrega él. “Siempre he anhelado el día en que podamos dejar eso en el pasado”.

A diferencia del tango de salón americanizado, con sus dramáticos movimientos ensayados y exagerados y una rosa entre los dientes, la versión argentina es a menudo improvisada y mucho más seductora. Aprender salsa o vals es un paseo en comparación.

“Puede ser divertido. Puede ser triste. Puede ser dramático. Puede ser entretenido. Puede ser cualquier cosa que uno desee, según la música y la coreografía”, dijo Smirnoff. “Así que creo que es uno de los bailes más difíciles”.

Están aprendiendo de los expertos Galoto y Horvath, aunque su inglés no sea tan bueno como los movimientos de sus piernas. En las lecciones, una pareja de profesionales muestra a otra, sin palabras, cómo deben expresarse.

“Uno necesita tiempo para aprenderlo. No existe otra manera. En nuestro caso, tenemos que olvidar estructuras y cuentas y pasos y todo eso y simplemente tratar de entender su lenguaje y comenzar a hablarlo”, dice Chmerkovskiy.

Se ríe al recordar que él y Smirnoff han bailado tango muchísimas veces en “Dancing With the Stars”; ella incluso ganó el título del reality con J. R. Martínez en la 13 temporada. Pero ahora REALMENTE lo están aprendiendo.

“Durante los últimos ocho años en el programa nos hemos dedicado a buscar la versión para principiantes —lo digo con todo respeto, es la única manera de hacerlo— y presentarla de la manera más clara. Pero con esto no se puede. Hemos bailado tango argentino en el show, lo cual demuestra el tipo de tangos que hicimos en comparación con los de verdad”, añadió el bailarín.

Ambos son veteranos de Broadway, donde en 2009 protagonizaron “Burn the Floor”, pero esta vez parecen tenerle más miedo del desafío al tiempo que buscan la aprobación de sus maestros.

“Para nosotros es importante dar el 100% y saber que podemos cumplir. No sólo por ‘Forever Tango’ y Broadway sino por estos tipos que pasaron días con nosotros tratando de llevarnos al nivel que tenemos que estar”.

“Exactamente”, dice Chmerkovskiy, haciéndoles un gesto a sus profesores de tango. “Esto es lo que les dije a ambos: ‘No quiero ser un mal bailarín de tango”’.

“¿Tenemos esperanzas?”, le pregunta Chmerkovskiy a sus maestros.

“Sí. Claro”, responde Galoto con dulzura. “Siempre hay esperanzas”.

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En Internet:

http://www.forevertango.us

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