NUEVA YORK (AP) — Como un trago de agua fresca llega este verano a la gran pantalla “Elysium” de Neill Blomkamp, una película apocalíptica de suspenso y ciencia ficción con más sustancia que todas las cintas de superhéroes y acción del año juntas.
Al igual que en su ópera prima “District 9”, una alegoría con extraterrestres en la época del apartheid en Sudáfrica, “Elysium” es una descarga de originalidad.
Se trata de una aventura futurista entretenida cargada de temas contemporáneos como la desigualdad económica, la inmigración y los problemas del sistema de salud, protagonizada por Matt Damon, Jodie Foster, el sudafricano Sharlto Copley, los brasileños Alice Braga y Wagner Moura y el mexicano Diego Luna.
Blomkamp, un sudafricano de 33 años con experiencia en efectos digitales y un gusto por las revueltas sociopolíticas, ha emergido como algo raro en el cine de hoy: un creador de ciencia ficción con sentimiento.
“Lo que de algún modo ha desaparecido de la ciencia ficción es que se supone que debe representar ideas”, dijo Blomkamp. “Se supone que debe ser el cristal por el que uno puede ver a la sociedad de una manera diferente”.
Mientras la mayoría de la ciencia ficción en la actualidad es pulcritud y naves espaciales impresionantes, la metáfora es lo más importante para Blomkamp, quien coloca su película en la tradición de la igualmente alegórica “Metrópolis” de Fritz Lang.
Ubicada en el año 2154, “Elysium” retrata la Tierra como una pocilga en ruinas, mientras que los ricos viven en una estación espacial orbital, una especie de rueda para hámsters al estilo Beverly Hills creada a partir del diseño de un hábitat espacial de Syd Mead para un toro de Stanford.
Elysium, vigilada celosamente por una secretaria de Defensa interpretada por Jodie Foster, avanza por el cielo como un paraíso inalcanzable de vida de calidad y atención médica ilimitada. (Todas las casas están equipadas con camas que curan inmediatamente enfermedades). La división entre el tercer y el primer mundo se ha vuelto espacial.
En el polvoriento Los Ángeles (filmado en un barrio miserable de la Ciudad de México), Matt Damon interpreta a un ex ladrón de autos que trabaja en una fábrica enorme en condiciones deplorables, supervisado por un director general infinitamente mejor pagado (William Fichtner). Cuando un accidente de radiación deja al personaje de Damon al borde de la muerte, trata de llegar a toda costa a Elysium.
“Paso mucho tiempo tratando de equilibrar la metáfora y el espectáculo”, dijo Blomkamp. “Todo lo que hago a nivel creativo proviene de mi instinto. No me levanto un día diciendo, ‘quiero hacer una película sobre la desigualdad económica’. Parece ocurrir orgánicamente”.
Los Ángeles despierta una fascinación en Blomkamp, quien vive con su esposa y guionista Terri Tatchell en Vancouver. Considera su segregada mancha urbana, cercana a la frontera con México, una versión “más ligera” de su natal Johannesburgo. Pero su relación con Hollywood es mucho más fría.
“Físicamente, estaría lo más lejos posible de la industria del cine”, dijo.
Blomkamp despertó el interés de Hollywood por su trabajo en publicidad y cortometrajes, incluyendo “Alive in Joburg”, que luego amplió a “District 9”. Peter Jackson y su esposa y socia de producción Fran Walsh quedaron muy impresionados con Blomkamp y lo ayudaron a conseguir un contrato para realizar una adaptación de gran presupuesto del videojuego “Halo”.
Pero tras meses de desarrollo, la película se canceló. Fue una lección para Blomkamp sobre el poco control que se tiene al dirigir para estudios cinematográficos basado en material que no es propio. “Agradezco a mis estrellas de la suerte todos los días”, dice sobre el fracaso del proyecto de “Halo”, pues esto llevó a Jackson y Walsh a aconsejarle que convirtiera “Alive in Joburg” — una historia de estilo documental sobre extraterrestres abandonados en Johannesburgo — en un largometraje.
Famosa por haberse realizado con sólo 30 millones de dólares, “District 9” parecía una película mucho más costosa y alardeaba de un subtexto mucho más político que el que suele verse en los cines comerciales. Fue protagonizada por el viejo amigo de Blomkamp, Sharlto Copley, como un burócrata africano que se convierte en uno de los extraterrestres. Parte de la película se filmó en Soweto.
“District 9”, que fue nominada a cuatro premios Oscar incluyendo mejor película (una rareza para un filme de ese género), hizo de Blomkamp un fenómeno. En un número anterior de la revista Time sobre las 100 personas más influyentes, el director Ridley Scott escribió: “De vez en cuando hay gente en la industria cinematográfica que aparece en el horizonte con una visión única. El director sudafricano Neill Blomkamp es una de esas personas raras”.
El éxito de la película (que facturó 210,8 millones de dólares a nivel mundial) llevó a numerosas ofertas de estudios para series de películas importantes, incluyendo “La Guerra de las Galaxias” y “Star Trek”.
“Ahora me ofrecen cada vez menos esas películas porque parece que digo mucho ‘no”’, dijo Blomkamp. “Lo que quiero hacer en las próximas películas es encontrar mi propia voz”.
“Si me meto en las ideas de otros sin darle el peso necesario, podría perder parte de eso”, agregó. “Se puede volver impersonal si uno no tiene cuidado”.
En septiembre Blomkamp comenzará a filmar en Sudáfrica “Chappie”, una comedia de ciencia ficción de 60 millones de dólares que escribió con Tatchell. Aunque advierte que podría cambiar de parecer en los dos años que le tome realizar y estrenar “Chappie”, le gustaría que su siguiente proyecto fuera “District 10”, la continuación de “District 9” para la cual ha escrito un tratamiento.
“Él protege su área artística, y ha sido así desde que lo conocí”, dijo Copley, que interpreta a un mercenario en “Elysium” y que actuará en “Chappie”. “Me he dado cuenta de que en Hollywood la gente se aterroriza con cualquier cosa que tenga un toque político. Viniendo de un lugar tan explosivo políticamente como el lugar de donde venimos, esas son cosas que nos interesan mucho”.
Desde luego, algunos críticos se burlarán de “Elysium” por su mano dura y otros se molestarán por sus políticas liberales, como la idea de un servicio de salud universal. Aunque las ideas del sistema de salud del presidente Barack Obama no fueron algo en lo que precisamente pensara Blomkamp, al director le gustaría que su película despierte un diálogo entre los expertos. “De lo contrario, ¿de qué era la película? Sólo habrá aparecido y desaparecido”.