GINEBRA (AP) — Oprah Winfrey dice que tuvo un encuentro racista en una tienda de Suiza, y la pesarosa oficina nacional de turismo y la propietaria de la tienda se han disculpado con la famosa presentadora.
La magnate de medios estadounidense dijo al programa televisivo “Entertainment Tonight” que una asistente de una tienda en Zúrich se negó a mostrarle una cartera negra con precio de 38.000 dólares diciéndole que ella “no podría pagar eso”.
La revista Forbes calcula que Winfrey ganó 77 millones de dólares en el año que terminó en junio.
Winfrey se encontraba en Suiza el mes pasado para asistir a la boda de su vieja amiga Tina Turner, que vive en un castillo junto al Lago de Zúrich.
“Lamentamos mucho lo sucedido, por supuesto, porque creemos que todos nuestros visitantes y clientes deber ser tratados con respeto, de manera profesional”, dijo Daniela Baer, una vocera de la oficina de turismo de Suiza, el viernes a The Associated Press.
La oficina de turismo también publicó una disculpa en Twitter diciendo, en referencia a la vendedora, que “esta persona actuó terriblemente mal”.
La dueña de la tienda, Trudie Goetz, dijo a la BBC que una asistente le había enseñado a Winfrey otros varios artículos antes del “malentendido” con la cartera, que se mantenía detrás de una pantalla. El periódico The Blick citó a Goetz diciendo que la cartera costaba 35.000 francos suizos (38.000 dólares).
También dijo al Blick que lo “lamentaba profundamente” porque su personal está entrenado para tratar bien a sus clientes.
“Debo admitir que la empleada es italiana. Claro, habla inglés, pero no tan bien como su lengua materna”, justificó Goetz. “Fue un verdadero malentendido”.
Winfrey estuvo involucrada en otro incidente con una tienda en París en el 2005, cuando se le negó la entrada a una boutique Hermes 15 minutos después de la hora de cierre. La tienda dijo que había cerrado para un evento privado de relaciones públicas.
Un ejecutivo de Hermes apareció en el programa de tertulia de Winfrey para disculparse por el comportamiento “rígido y grosero” de su empleado. Winfrey elogió el modo en que Hermes manejó la situación — que incluyó un curso de sensibilidad a sus trabajadores — y llamó a sus seguidores a seguir comprando productos de la compañía.