Como el mismo amor, el nuevo álbum de Juanes es engañoso.
Con sabor a pop “Loco de amor” (Universal Latino) parece a simple vista optimista y dulce como un amor adolescente. Para los seguidores del rockero colombiano, el sonido no es propio del Juanes que conocen. Pero a un nivel más profundo, el disco demuestra ser algo más.
Bajo los ganchos favorecidos por la radio y las progresiones armónicas de acordes mayores, la voz poderosa de Juanes alcanza nuevos rincones. Y, si se escucha con cuidado la mezcla del popular productor de rock Steve Lillywhite, se perciben capas sorprendentes.
Florituras en el teclado conocidas en las pistas de baile latinas, como al principio del tema “Mil pedazos” o en el sencillo “La luz”, suenan frescas cuando se combinan con la percusión impulsora del álbum y la voz apasionada de Juanes. El tema homónimo del disco, con el fantástico tecladista Emmanuel del Real de Café Tacvba, es especialmente divertido. Juanes toca la guitarra acústica pero su desempeño es comedido.
El laureado cantautor, que alguna vez encabezó la banda de rock Ekhymosis, se aparta de su típico activismo social para acoger el tema universal del amor en su sexta producción como solista. Puede que sea un nuevo territorio para los admiradores de Juanes, pero seguramente atraerá a nuevos escuchas alrededor del mundo que apenas están descubriendo a uno de los más grandes astros de la música latina.
“Loco de amor” salió a la venta el martes.