Con 10 discos de estudio en su historia y más de 40 millones de copias vendidas, Paulina Rubio conoce lo que es el éxito y ha disfrutado de la fama desde muy pequeña. Sin embargo, ella asegura que podría tener una vida lejos de los reflectores y ser igual de feliz que es ahora.
En entrevista para la revista InStyle, la cantante mexicana aseguró que no le da miedo el declive tras estar en la cima, pues gracias a su hijo, Andrea Nicolás Vallejo Rubio, ha aprendido a valorar lo que realmente la hace feliz.
“Yo creo que la felicidad no es la fama ni los discos que vendes. Las prioridades van cambiando con el paso del tiempo y es importante vivir del presente o de lo que te llevas en tu día a día: el amor, el cariño, las sonrisas, los abrazos”, expresó la mexicana, quien se encuentra promoviendo su más reciente sencillo “Mi Nuevo Vicio”.
Y justamente en esta charla, “La Chica Dorada” confesó cuál es ese nuevo vicio que la mantiene llena de energía: “Mi nuevo vicio es la mañana. Ver cómo sale el sol y llevo a mi hijo a la escuela. Me ilusiono al ver todo lo que aprende”.
La felicidad de Paulina también se alimenta de la compañía del cantante Gerardo Bazúa, quien es 14 años más joven que la intérprete de “Ni Una Sola Palabra” y con quien mantiene una relación desde mediados de 2014.