WASHINGTON (AP) — El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves que está más interesado en la limitación del número de balas que tienen los cartuchos que en prohibir las armas de asalto de tipo militar, involucradas en un porcentaje relativamente menor de muertes en incidentes con armas de fuego.
Biden argumentó que el agresor en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, podría haber parado antes su ataque de haber contado con menos balas en cada cartucho y habría tenido que cambiar de cartucho más seguido.
“Tal vez si hubiera tomado más tiempo, tal vez un niño más estaría vivo”, dijo Biden durante una teleconferencia por internet a través de Google Plus.
El vicepresidente encabezó un grupo de la Casa Blanca enfocado en el control de armas de fuego tras el tiroteo en Newtown el mes pasado.
Después que Biden terminó su análisis, el presidente Barack Obama dijo la semana pasada que desea que el Congreso exija revisiones de antecedentes en todas las ventas de armas y que prohíba las armas de asalto estilo militar así como los cartuchos de balas de alta capacidad. El presidente reconoció que será difícil, dado el fuerte apoyo de los legisladores al derecho de propiedad de armas de fuego.
Biden dijo que sí desea una prohibición de armas de asalto, pese a que reconoce que no responden por un gran número de muertes por disparos registradas en Estados Unidos. Agregó que tal prohibición resolvería parte del problema de los incidentes violentos con armas de fuego, sobre todo para los policías, quienes pueden llegar a verse superados en cuanto a equipo por los criminales con armas de alto poder.
“No es una respuesta a todos los problemas”, dijo Biden, quien opinó que una prohibición a las armas de asalto sería “una limitación racional sobre el tipo de armas que deberían poseerse”.
Horas antes, un grupo de legisladores demócratas, encabezados por la senadora demócrata Dianne Feinstein, de California, presentaron nuevamente un proyecto de ley para prohibir las armas de asalto y los cartuchos de por lo menos 10 balas.
Durante una conferencia de prensa respaldada por policías, alcaldes y víctimas de la delincuencia, los legisladores reconocieron la difícil tarea de hacer que el Congreso apruebe esa legislación.
Feinstein redactó la prohibición original en 1994, que expiró en 2004 cuando el Congreso se negó a renovarla bajo las presiones de la Asociación Nacional de Portadores de Armas (NRA por sus siglas en inglés). La nueva versión de Feinstein es más clara al definir los tipos de armas a prohibir.
La prohibición de aquel tipo de armas está entre las medidas apoyadas por el presidente Obama, pero se cree que el Congreso difícilmente aprobará la iniciativa. Posiblemente sea más fácil que apruebe elevar el control de antecedentes de los compradores de armas.
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