El fallecido presidente Hugo Chávez mantuvo relaciones de amor y odio con sus colegas de América Latina y Norteamérica, que en ocasiones ocuparon grandes titulares en la prensa, como cuando se enfrentó al ex presidente estadounidense George W. Bush, y por la gran ayuda económica que prestaba a Bolivia y Cuba.
Cuba fue el principal favorecido con la ayuda de Venezuela, que es el primer socio comercial de la isla. Caracas envía petróleo a La Habana a precios preferenciales y a cambio el gobierno cubano le manda médicos, docentes, científicos y otros profesionales.
Según observadores, los servicios cubanos están evaluados en hasta 200.000 dólares por médico al año, mientras el subsidio venezolano se estima entre 2.000 millones y 4.000 millones de dólares anuales.
Cuba puso sus avances en la medicina a disposición del mandatario venezolano. Fue allí donde fue operado en cuatro ocasiones por el cáncer pélvico y también fueron los médicos venezolanos que le suministraron las quimioterapias y radioterapias para combatir la enfermedad. Le abrieron las puertas a su familia y a los miembros del gabinete para que pudieran reunirse y definir el rumbo del gobierno ante loa adversidad.
“Hasta la victoria Siempre Comandante”, expresó el comunicado oficial del gobierno de Cuba leído en el noticiero de la televisión cubana. Decretó tres días de luto.
El gobierno cubano señaló que “el pueblo cubano lo siente como uno de sus más destacados hijos y lo ha admirado, seguido y querido como propio. Chávez también cubano, hizo cuanto pudo con extraordinaria generosidad especialmente en los años más duros del periodo especial, acompañó a Fidel como un hijo verdadero y su amistad con Raúl fue entrañable” agregó el comunicado.
“Cuba guardara eterna lealtad a la memoria y el legado del comandante presidente Chávez”, expresó.
Los gobernantes de la región lamentaron el deceso el martes de Chávez, algunos en forma casi protocolar, como el comunicado que emitió Paraguay, y otros al borde del llanto, como el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Morales, que está madrugada viajará a Caracas para asistir a los funerales de Chávez, decretó un inédito duelo de siete días en Bolivia.
“Estamos dolidos, estamos destrozados” dijo Morales sin poder evitar que se le quebrara la voz.
“Chávez está más vivo que nunca. Chávez seguirá siendo una inspiración para los pueblos que luchan por su liberación. Chávez siempre estará presente en todas las regiones del mundo en todos los sectores sociales”, dijo el gobernante boliviano, a quien se le vio en dos ocasiones al borde de las lágrimas.
Chávez fue el mayor aliado y amigo que tuvo Morales, y colaboró con él para que fuera electo en las elecciones de 2005, según denunció la oposición boliviana, aunque sin pruebas.
Morales desarrolló su programa “Evo Cumple, Bolivia Cambia”, con ayuda económica de Venezuela, aunque nunca se precisaron montos.
La ayuda también se dio en el campo de los hidrocarburos, donde las petroleras de ambos países formaron una compañía mixta llamada YPFB Andina.
En una ocasión Morales dijo en una rueda de prensa que Chávez le regaló 10.000 millones de dólares a Bolivia.
El presidente de Nicaragua Daniel Ortega dijo que la muerte del mandatario venezolano es un duro golpe para los venezolanos y los pueblos revolucionarios del mundo, pero que Chyávez “ha trascendido con mayor fuerza, iluminando con una luz mucho más intensa, como lo hacen los héroes, los próceres y libertadores”.
Ortega quien celebró un acto público en la Plaza de la Revolución para rendirle homenaje póstumo al desaparecido gobernante venezolano, era el principal aliado político y económico de Chávez en Centroamérica y la mejor muestra de ello es que desde que recuperó el poder en 2007 a la fecha, los fondos de la cooperación venezolana con Nicaragua, han sumado 2.599,4 millones de dólares, según cifras oficiales.
Estos fondos han servido para mantener subsidios en el transporte urbano colectivo y a familias pobres que consumen hasta 150 kilovatios horas. De igual forma se han usado para realizar inversiones en energía renovable y llevar adelantes sociales como calles y casas para el pueblo. Sin embargo, hay quienes afirman que el dinero venezolano ha servido entre otras cosas para el enriquecimiento de Ortega y sus más allegados.
“Creo que sin Chávez las cosas se ponen feas para Nicaragua, se debe reflexionar sobre lo que sigue porque esa ayuda que ha sido manejada de manera discrecional por Ortega, al margen del presupuesto, no va a ser la misma de ahora en adelante”, dijo a la televisión local el diputado opositor Eliseo Núñez.
Con Colombia Chávez mantuvo relaciones por momentos muy tensas, especialmente durante el gobierno de ex mandatario derechista Alvaro Uribe, las que mejoraron con su sucesor, Juan Manuel Santos.
Chávez y Uribe convivieron durante los primeros cinco años del mandato del colombiano, hasta el 2007, cuando prácticamente se convirtieron en enemigos públicos. Uribe autorizó a la senadora Piedad Córdoba a mediar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) para liberar a decenas de secuestrados, pero meses después trascendió que el gobernante venezolano llamó por teléfono al comandante del ejército de Colombia.
Uribe, mediante un comunicado, dijo que su gobierno no podía permitir “que terceros involucren a militares colombianos en el tema, porque atenta contra nuestras tradiciones democráticas de unidad de las fuerzas armadas”,
Chávez movilizó tanques y tropas a la frontera con Colombia luego que Uribe autorizó un bombardeo a las FARC estacionadas en territorio de Ecuador.
Los ataques verbales de Chávez a Uribe empeoraron, hasta que Uribe empezó a responderle, luego de que supo que no podría ir a la reelección. Las cosas cambiaron cuando Santos sucedió a Uribe y se reunión con el venezolano a firmar la paz.
“Hugo Chávez ocupa ya un lugar de honor en la historia de Venezuela, al lado de Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, señalando el camino de la independencia, la democracia y la justicia para su patria, la América Latina, el Caribe y todos los pueblos oprimidos del mundo”, agregó la breve declaración –titulada “Hasta siempre comandante Hugo Chávez”– y firmada desde “las montañas de Colombia” por el secretariado del estado mayor central de la organización guerrillera.
Santos dijo en un comunicado: “Todos saben que tuvimos muchas diferencias, diferencias de nuestra visión de la economía , diferencias en nuestro ejercicio de gobierno, diferencias en nuestra comprensión del progreso social, pero desde los primeros días de mi mandato decidimos poner a un lado esas diferencias para concentrarnos en el bien superior de Venezuela y de Colombia”.
El fallecido mandatario también mantuvo buenas relaciones con el presidente Rafael Correa, de Ecuador, quien en más de una ocasión fue mencionado como un posible sucesor del venezolano como líder regional.
Distinto fueron sus vínculos con Estados Unidos, mientras no perdía ocasión de criticar ácidamente al ex presidente George W.Bush, la situación mejoró bastante con la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama, quien al enterarse el martes de su muerte expresó el deseo de su país de que “cuando Venezuela comienza un nuevo capítulo en su historia, estados Unidos sigue comprometido a las políticas que promueven los principios democráticos, el estado de derecho y el respeto a los derechos humanos”.
Con Bush Chávez protagonizó uno de los episodios más comentados de la política exterior de su mandato, similar a uno sucedido en Chile, cuando el rey Juan Carlos lo mando a callar.
Cuando intervino en la asamblea general de Naciones Unidas, el 2006, comentó que “el diablo estuvo ayer aquí”, mientras hacía la señal de la cruz, en alusión a la intervención el día anterior de Bush en el mismo lugar. Agregó que había “olor a azufre”.
Caracas y Washington han mantenido tensas relaciones diplomáticas desde que Chávez llegó al poder en 1998, pero las frecuentes fricciones no han afectado los estrechos lazos comerciales que tienen ambos países y Estados Unidos sigue siendo uno de los mayores mercados para el petróleo venezolano. Las misiones diplomáticas de Venezuela y Estados Unidos permanecen sin embajador desde que Caracas retiró en 2010 el beneplácito concedido a Larry Palmer.
Aunque los vínculos entre Chávez y el presidente chileno Sebastián Piñera empezaron mal, aprendieron a conocerse y a respetarse mutuamente.
Recién electo Piñera declaró que “tengo muchas diferencias con la forma en que se están manejando los temas públicos en Venezuela”, a lo que Chávez replicó de inmediato que no se metiera en los asuntos venezolanos. “Esperamos que Piñera no pretenda convertir a Chile en otra plataforma de ataque a Venezuela”.
Con el tiempo se limaron las asperezas y Piñera, junto con lamentar la muerte del mandatario, reveló que ya estando enfermo le comentó que si tenía que enfrentar la muerte, lo haría en su país, cosa que así hizo.
— — — — — — — — — — — — —
En esta nota colaboraron los corresponsales de AP en Washington, Luis Alonso; en La Paz, Paola Flores; en Bogotá, Libardo Cardona; en La Habana, Anne Marie García.