MIAMI (AP) — Con seis outs de vida y una alineación silenciada por tercer partido consecutivo, Puerto Rico se reencontró justo a tiempo con el bateo. Algo de suerte y la defensa contraria también le ayudaron bastante para jugar otro día en el Clásico Mundial de Béisbol.
Puerto Rico rayó tres veces en la octava entrada, auxiliado por un error de la defensa, y derrotó el miércoles por 4-3 a Italia para avanzar a un duelo por un boleto a las semifinales del Clásico Mundial.
“Así es como se gana una Serie Mundial”, comentó el catcher puertorriqueño Yadier Molina, haciendo una analogía a su experiencia cuando conquistó la corona de Grandes Ligas en 2011 con los Cardenales de San Luis. “Bateando como equipo, pitcheando como equipo, jugando defensa como equipo”.
Molina tuvo su mejor desempeño del torneo en el plato, al conectar de 4-3, con una anotada.
Los boricuas enfrentan el viernes al perdedor del partido del jueves entre República Dominicana y Estados Unidos, dos equipos que ya los vencieron en este torneo. Italia se despidió con saldo de dos triunfos —ambos en la primera ronda— y tres derrotas al hilo.
“Ya estamos preparados para cualquiera que sea”, apuntó el manager puertorriqueño Edwin Rodríguez. “La ventaja es que ya hemos jugado con ellos, ya vimos sus debilidades y fortalezas”.
Abajo 3-1 en la octava y con el corazón de su alineación al bate, Carlos Beltrán recibió boleto y Molina conectó sencillo ante Nick Pugliese que dejó corredores en primera y tercera. Brian Sweeney relevó y Mike Avilés bateó una roleta que impulsó a Beltrán y forzó el out de Molina en segunda.
Alex Ríos le siguió con un sencillo al jardín derecho, para dejar nuevamente corredores en las esquinas. Pat Venditte subió a la lomita y el emergente Luis Figueroa empató la pizarra con elevado de sacrificio que mandó a Ríos a la intermedia. Andy González coronó el racimo con una roleta al torpedero Jack Santora, quien cometió error en el tiro a primera y permitió que entrara la carrera del triunfo.
“Teníamos el medio de la alineación abriendo”, relató Rodríguez. “Sabíamos que ahí se definía el juego. Carlos Beltrán estaba consciente que tenía que embasarse. Si no llegaba (a primera), la historia podía ser diferente”.
Anthony Rizzo, inicialista de los Cachorros de Chicago, produjo todas las carreras italianas con un doble con las bases llenas en la quinta entrada.
Puerto Rico descontó en la sexta gracias a dos errores de un torpedero italiano, esta vez Anthony Granato.
Luego de un out, Molina consiguió sencillo y el campocorto cometió error en el siguiente batazo de Avilés que dejó hombres en primera y segunda. Ríos avanzó a Molina a la antesala con elevado, y Granato pifió al tratar de sacar un out forzado en batazo de Carlos Rivera, para que Molina pisara la goma.
“Ellos fueron muy agresivos (en el corrido de bases), pero creo que en parte fue que (Granato) lanzó a la base incorrecta en la situación incorrecta, y eso hizo que fuesen más agresivos”, apuntó el dirigente italiano Marco Mazzieri. “No creo que hayan sido los nervios. Creo que ellos fueron mejores que nosotros en terminar lo que empezaron”.
“Este es el final del camino para nosotros”, comentó Granato. “Nadie quiere terminar así. Siempre quieres ser el último en pie”.
Hiram Burgos (1-0) trabajó tres y dos tercios de inning en relevo para apuntarse el triunfo. Permitió tres hits, ponchó a cuatro y otorgó tres boletos, y Fernando Cabrera sacó el último out para el rescate. Sweeney (0-1) cargó con el revés.