NUEVA YORK (AP) — Un nuevo estudio contiene nuevas pruebas de que la esperanza de vida entre algunas mujeres estadounidenses está en descenso, una tendencia preocupante que los expertos no pueden explicar.
La investigación determinó que las mujeres de 75 años o menos están muriendo a un ritmo mayor que en años anteriores en casi la mitad de los condados de la nación, muchos de estos ubicados en zonas rurales del sureste y oeste de Estados Unidos.
Curiosamente, la esperanza de vida de los varones se ha mantenido constante o ha aumentado en casi todos los condados.
El estudio es el más reciente de su tipo que detecta este patrón, en especial entre las mujeres caucásicas desfavorecidas. Algunas de las principales teorías atribuyen el declive en la esperanza de vida a una mayor tasa de tabaquismo, obesidad y menos educación, pero diversos expertos dijeron que simplemente no están en capacidad de dar una explicación.
Por mucho tiempo las mujeres han vivido más tiempo que los hombres y las cifras más recientes muestran que el promedio de vida de una mujer nacida hoy sería de 81 años y la de un varón, 76 años, en Estados Unidos.
Sin embargo, esta diferencia ha comenzado a reducirse, y los de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades muestran que la longevidad de las mujeres no aumenta al mismo ritmo que la de los hombres.
El retroceso de la esperanza de vida de algunas mujeres al parecer comenzó a finales de la década de 1980, aunque comenzó a ser detectado apenas en los últimos años.
Saber el porqué es “el tema de moda hoy, tratar de entender qué está sucediendo”, dijo Jennifer Karas Montez, socióloga de la Facultad de Salud Pública de Harvard y especialista en el tema, aunque no participó en el estudio.
Los investigadores tampoco saben exactamente cuántas mujeres están afectadas. Montez calcula que es el 12%.
El estudio, publicado el lunes por la gaceta médica Health Affairs, encontró que la esperanza de vida de las mujeres bajó en 43% de los condados de Estados Unidos.
Los investigadores David Kindig y Erika Cheng, de la Universidad de Wisconsin, analizaron los datos de fallecimientos a nivel nacional e información diversa de los 3.141 condados del país en un periodo de 10 años. Calcularon las tasas de mortalidad para mujeres de 75 años y menores, algunas veces llamadas “tasas de mortalidad prematura” porque muchas de ellas son consideradas prevenibles.
Los expertos encontraron que el promedio de mujeres que murieron antes de lo previsible bajó de 324 a 318 por cada 100.000. Pero en 1.344 condados la tasa promedio de fallecimientos prematuros subió de 317 a casi 333 por cada 100.000. El fallecimiento de hombres aumentó sólo en unos 100 condados.
“Estábamos sorprendidos” de saber cómo empeoraron las mujeres en esos condados y por las variaciones geográficas, dijo Kindig.
El estudio no es el primero en llegar a esas conclusiones. Hace dos años un análisis realizado por el doctor Christopher Murray, de la Universidad de Washington, también revisó las tasas de mortalidad en los condados y concluyó que las mujeres estaban muriendo antes, en especial en el sur del país.