WASHINGTON (AP) — El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó el martes al personal no esencial de su embajada en Yemen y a sus ciudadanos que abandonen el país árabe después de conocerse una amenaza de al-Qaida que ha ocasionado el cierre temporal de 19 sedes diplomáticas norteamericanas en Medio Oriente y África.
El Departamento dijo en una alerta de viaje que ordenó la salida de Yemen de aquel personal del gobierno de Estados Unidos que no sea de servicios de emergencia “debido al continuo potencial de ataques terroristas”.
Dijo que los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en dicho país deben salir inmediatamente debido a un nivel de amenaza “extremadamente alto”. Los ciudadanos estadounidenses que estén actualmente en Yemen deben marcharse”, agregó.
“Debido a que nuestros niveles de personal en la embajada están restringidos, nuestra capacidad para asistirlos en una emergencia y ofrecer servicios consulares de rutina sigue siendo limitada y podría estarlo aún más debido a la actual situación de seguridad”, añadió la advertencia de viajes.
La embajada norteamericana está en Saná, la capital de Yemen.
El secretario de prensa del Pentágono George Little dijo que la Fuerza Aérea de Estados Unidos transportó al personal del Departamento de Estado fuera de Saná la madrugada del martes. “El Departamento de Defensa de Estados Unidos sigue teniendo personal en Yemen para apoyar al Departamento de Estado y darle seguimiento a la situación de seguridad”, agregó Little.
La Oficina de Relaciones Exteriores del Reino Unido informó el martes que también evacuó a todo el personal de su embajada en Yemen debido a inquietudes relativas a la seguridad.
La Oficina británica dijo que el personal de su embajada fue “temporalmente transferido a Reino Unido” el martes, pero no dio más información.
Previamente, el Reino Unido había dicho que su embajada permanecería cerrada hasta el final de la fiesta musulmana de Eid, a finales de esta semana.
Un oficial de los servicios de espionaje de Estados Unidos y un diplomático de Medio Oriente dijeron a The Associated Press que el actual cierre se decidió tras la intercepción de un mensaje secreto entre Ayman al-Zawahri, jefe de la red al-Qaida, y Nasser al-Wahishi, su mano derecha en Yemen, que abordaba planes para llevar a cabo un importante ataque terrorista. Los funcionarios hablaron bajo la condición del anonimato porque no estaban autorizados a discutir públicamente el tema.
Desde hace años, al-Qaida en la Península Arábiga, que tiene su bastión en Yemen, ha sido considerada como la facción más peligrosa de la red terrorista.
A pesar de que el grupo perdió a Anwar al-Awlaki, uno de sus líderes inspiradores, en un ataque con un avión militar estadounidense no tripulado en 2011, al-Wahishi y el principal fabricante de bombas del grupo, Ibrahim Hassan al-Asiri, continúan prófugos y determinados a atacar intereses occidentales.
El grupo está vinculado al fallido intento de hacer estallar un avión con destino a Detroit en la Navidad de 2009 y a los paquetes cargados de explosivos interceptados a bordo de vuelos de carga un año más tarde, dos incidentes relacionados con las habilidades de al-Asiri.
“Organizaciones terroristas, incluyendo al-Qaida en la Península Arábiga, siguen activas en todo Yemen”, señala la advertencia de viaje. “El gobierno de Estados Unidos sigue muy preocupado por posibles ataques contra ciudadanos estadounidenses (ya sea visiten o vivan en Yemen), y contra sedes y empresas de Estados Unidos, así como intereses percibidos como estadounidenses y occidentales”.