CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco y la presidenta costarricense Laura Chinchilla acordaron reforzar las relaciones bilaterales en la audiencia privada que el pontífice le concedió el viernes.
Tras la audiencia, la presidenta declaró a periodistas que “no había tratado de manera particular” el conflicto fronterizo con Nicaragua y sus reclamos sobre la provincia de Guanacaste. De todos modos, señaló que había reiterado “las circunstancias que estamos viviendo y cómo Costa Rica sigue y seguirá siendo consecuente con los instrumentos de defensa del derecho internacional, pero no se entró en detalle”.
Expresó, por otra parte, que la Iglesia puede jugar un papel fundamental en temas como el control de las armas químicas o nucleares.
Manifestó que durante la audiencia se abordó el impacto positivo que ha tenido en los costarricenses el hecho de que haya sido elegido el milagro de una de sus compatriotas para canonizar a Juan Pablo II. Se trata de Floribeth Mora, a la que se diagnosticó un aneurisma cerebral.
Señaló que su canonización se sigue con mucha atención y le dijo que un grupo muy grande de costarricenses se prepara para viajar a Roma cuando sea canonizado, el 27 de abril del próximo año, junto a Juan XXIII.
El pontífice recibió a la mandataria en su biblioteca en los palacios pontificios durante 25 minutos.
“Se ha constatado la colaboración entre la Iglesia y el Estado para afrontar algunas problemáticas sociales”, expresó un comunicado de la Santa Sede.
Agregó que ambos estuvieron de acuerdo en diversos temas, entre ellos la “tutela de la vida” -en referencia a la lucha contra el aborto- y la salvaguarda del medio ambiente.
Por último, hablaron sobre la situación regional y de algunas cuestiones internacionales, enfatizándose la necesidad del compromiso para la construcción de la paz, añadió el texto.
Chinchilla lo invitó a visitar su país y le regaló unas estolas confeccionadas a mano por indígenas.
“Así se las pone cuando venga a Costa Rica”, le dijo.
Por su parte, el papa le obsequió unas medallas de su pontificado y un ejemplar del Documento de Aparecida, Brasil, el cual contiene las conclusiones de la cumbre de obispos de América Latina que tuvo lugar en 2007.
La presidenta se entrevistó después con el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.