En Brasil, perduran las diferencias raciales

RIO DE JANEIRO (AP) — Muchos brasileños retratan a su país como una democracia en que gente de distinto color se ha mezclado hasta producir una sociedad totalmente interracial. Pero un breve vistazo a la televisión, los anuncios publicitarios o la realidad en las calles revela una clara segregación de razas.

Los blancos siguen estando en el topo de la pirámide social y ejercen la mayoría de los cargos profesionales. La gente de tez oscura son los barrenderos, las sirvientas, las enfermeras.

El censo del 2010 fue el primero en que gente de raza negra o mestiza oficialmente superó a la gente blanca, con poco más del 50% de la población comparado con 47 de los blancos. Los expertos opinan que en realidad la gente de tez oscura era desde hace tiempo la mayoría, pero que antes mentían en los formularios debido al estigma social de su raza.

Brasil está acompañando a Estados Unidos en la transición en que los blancos son una minoría, y está demostrando las dificultades de esa encrucijada: para los negros y mestizos, la integración social no siempre garantiza igualdad económica, y los siglos de mestizaje no garantizan una sociedad sin prejuicios.

Casi todos los presentadores de noticias en la televisión son blancos, al igual que la mayoría de los médicos, dentistas, modelos y abogados. Por lo general las sirvientas son negras así como lo son la mayoría de los porteros, barrenderos y colectores de basura. Hay sólo un senador negro y nunca ha habido un presidente negro, aunque una mujer, Dilma Rousseff, actualmente ocupa la presidencia.

Tras una década de crecimiento económico y programas contra la pobreza, ha disminuido la brecha económica entre blancos y negros, pero la brecha sigue existiendo. En el 2011, los brasileños negros o mestizos en promedio ganaban el 60% de lo que ganaba un trabajador blanco, según la agencia nacional de estadísticas. En el 2001, los trabajadores negros ganaban apenas el 50,5% de lo que ganaban los blancos.

Recientemente, Brasil implementó programas de igualdad de oportunidades a fin de aumentar la presencia de negros y mestizos en las universidades, aunque ambos sectores raciales siguen con escasa representación en la educación superior. En el 2001 eran sólo el 10% de los estudiantes universitarios, lo que ahora ha subido a 35%. Tales cifras probablemente seguirán aumentando gracias a una nueva ley que reserva la mitad de los cupos en las universidades federales para bachilleres de colegios públicos y los distribuye según la composición racial de cada estado.

Aun así, los estudiantes negros son minoría en las universidades más prestigiosas.

Nubia de Lima, una joven de raza negra de 29 años de edad, productora de la red televisiva Globo, dice que experimenta el racismo a diario en los comentarios de gente que la confunde con una sirvienta o cocinera, a pesar de su buen gusto al vestir.

“La gente no está acostumbrada a ver a gente negra en posiciones de poder”, comenta de Lima. “Es como si tal cosa no existiera. Ven que eres negro e inmediatamente asumen que vives en una favela y que eres una ayudante doméstica”.

Agregó que la gente negra de clase media como ella están en una especie de limbo, demasiado próspera y educada para vivir en una favela pero al mismo tiempo impedida de vivir en zonas blancas donde los precios son inaccesibles.

“Lo que hay aquí es un racismo basado en la exclusión”, comentó.

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