MADRID (AP) — España auditará la seguridad de su sistema ferroviario y propondrá una serie de mejoras para evitar que se repita una tragedia como la del accidente del pasado 24 de julio, en el que murieron 79 personas.
La ministra de Fomento, Ana Pastor dijo que se revisarán los límites de velocidad de los trenes, se instalarán balizas en determinados tramos capaces de frenar las locomotoras en caso de exceso en la velocidad permitida y se introducirá un único sistema de comunicación de manos libres para los maquinistas.
Al mismo tiempo, una comisión técnica de expertos entregará un informe dentro de seis meses, en el que se realizará un minucioso estudio del sector en comparación con los países del entorno europeo y se emitirán posibles propuestas de mejora.
Pastor dijo en el Parlamento que las causas del accidente siguen bajo investigación judicial y no se aventuró a adelantar conclusiones.
El único imputado hasta la fecha es el conductor del convoy, Francisco José Garzón. El análisis de las cajas negras determinó que Garzón, quien hablaba por teléfono móvil segundos antes de la catástrofe, ignoró hasta tres señales en cabina que avisaban de que tenía que reducir la velocidad.
El tren descarriló a 179 kilómetros por hora (111 millas por hora), más del doble de la velocidad máxima autorizada en la curva de entrada a la ciudad de Santiago de Compostela, al noroeste del país.
La ministra reiteró que tanto la vía como el tren cumplían las medidas de seguridad y habían pasado las revisiones pertinentes.
