BUÑOL, España (AP) — Miles de personas participaron el miércoles en la famosa batalla de tomate conocida popularmente como “tomatina”, en la que por primera vez el ayuntamiento organizador de Buñol cobró entrada para combatir su abultada deuda.
Buñol, al este de España, dijo que unas 20.000 personas se dieron cita en esta fiesta popular conocida en todo el planeta, cuyo origen se remonta a una batalla de comida que tuvieron varios niños del pueblo en 1945.
Seis camiones descargaron a la multitud 130 toneladas de tomates, que se lanzaron entre sí durante varias horas. Las fachadas de Buñol se cubren completamente para evitar los efectos de esta pacífica batalla de tomates.
En esta edición, el ayuntamiento cobró 10 euros (13 dólares) a turistas y visitantes para ayudar a costear el evento. Los habitantes de este municipio tenían entrada libre.
Buñol, con 10.000 residentes, acumula una deuda de 5 millones de euros (6,6 millones de dólares). Al igual que la mayoría de los ayuntamientos españoles, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2008 está detrás de su endeudamiento.