BEAVERTON, Oregón, EE.UU. (AP) — Una madre de Oregón que batalló con Facebook para tener acceso completo a la cuenta de su hijo fallecido ha presionado durante años para evitar que otras personas pierdan fotos, mensajes y otros recuerdos como le sucedió a ella.
“Todos van a tener que enfrentar esta clase de situación en algún momento de la vida”, afirma Karen Williams, cuyo hijo de 22 años falleció en un accidente de motocicleta en 2005.
La legislatura de Oregón respondió y tomó cartas en el asunto recientemente con una propuesta que facilitaría a los familiares tener acceso a los “activos digitales” de sus seres queridos que han muerto, pero fue rechazada por el sector tecnológico bajo el argumento de que tanto una ley federal de 1986 como los términos voluntarios de los acuerdos de servicio prohíben a las empresas compartir información personal, incluso si tal solicitud está incluida en el testamento de esas personas.
Los cabilderos concuerdan en que la Ley de Comunicaciones Almacenadas está muy atrasada, pero dicen que hasta que la norma no se modifique, las leyes aprobadas a nivel estatal pudieran ser inconstitucionales.
“Todo el mundo quiere hacer lo debido, pero la dura realidad jurídica es la ley federal de comunicaciones”, dijo Jim Hawley, vicepresidente de TechNet, un grupo del sector que representa a compañías como Google y Microsoft.
Los legisladores de Oregón decidieron seguir adelante con una propuesta que hubiese dado a los “activos digitales” —desde fotos y mensajes almacenados en línea hasta propiedad intelectual e información bancaria— el mismo trato que las propiedades materiales para propósitos de herencia.
“Creo que es hora de que estudiemos seriamente lo que podemos hacer ahora”, dijo el senador demócrata Floyd Prozanski tras escuchar a Williams testificar sobre su pérdida el mes pasado.
Sin embargo, dos semanas después, partes del proyecto de ley que hubiesen cubierto las cuentas en redes sociales, desde Facebook hasta Flickr, fueron eliminadas por cabilderos que dijeron que la ley federal y las normas de privacidad eran más importantes que cualquier cosa que el proyecto de ley hubiera incluido.
“Reconozco los daños emocionales que estas decisiones pueden tener sobre una familia que haya perdido a un ser querido”, dijo Prozanski el jueves. “Pero es posible que algunos de estos temas se aborden cuando tengamos más información que la que tenemos ahora”.