Todas esas conjeturas están a punto de terminar. En cuestión de horas, los televidentes podrán juzgar por sí mismos si Lance Armstrong esta vez dijo la verdad.
La confesión de Armstrong a Oprah Winfrey sobre su uso de sustancias para mejorar el rendimiento para ganar el Tour de Francia un récord de siete veces consecutivas será televisada el jueves a las 9 p.m., el primer segmento de un especial de dos partes en la cadena Oprah Winfrey Network.
Desde su confesión durante la grabación del lunes en Austin, Texas, reportada inicialmente por The Associated Press, han llovido opiniones y consejos para Armstrong en torno a lo que debería decir.
El Comité Olímpico Internacional, empero, no esperó a oír. El miércoles, despojó a Armstrong de la medalla de bronce que ganó en los Juegos Olímpicos del 2000 y le envió una carta exigiendo su devolución.
Para otros que sintonizarán la entrevista el jueves, lo importante no es sólo lo que el ciclista dijo sino cómo lo dijo: si enojado, entristecido, de manera casual.
“Puse todas mis cartas sobre la mesa con ella y cuando se transmita la gente podrá decidir”, dijo Armstrong sobre su entrevista con Oprah en un mensaje enviado el miércoles a la AP.
Livestrong, la fundación benéfica de cáncer que el ciclista fundó en 1997 y de la que fue obligado a retirarse el año pasado, dijo en un comunicado que espera que Armstrong sea “completamente honesto y comunicativo”. El día previo, el director de la Agencia Mundial Antidopaje, David Howman, afirmó que nada más una confesión bajo juramento — “no hablar con la anfitriona de un talk-show” — podría llevar a las autoridades a reconsiderar la suspensión de por vida de Armstrong en los eventos sancionados. Y Frankie Andreu, ex compañero de Armstrong a quien éste marginó en su ascenso a la cima del deporte, opinó que el ciclista en desgracia tiene la obligación de decir todo lo que sabe y ayudar a limpiar el deporte.
“No sé qué me depara el futuro, más allá de abrazar a mis hijos”, expresó Armstrong en el texto enviado a la AP.
Armstrong ya ha hablado con dirigentes de la Agencia Estadounidense Antidopaje, incluido su director ejecutivo, Travis Tygart, según medios de prensa. El año pasado la agencia emitió un reporte de 1.000 páginas con declaraciones de casi una docena de ex compañeros de equipo que expuso a Armstrong como el líder de un sofisticado programa de dopaje que llevó al equipo U.S. Postal Service a ganar título tras título en el Tour de France.
Además de la suspensión de por vida y su salida forzosa de Livestrong, Armstrong fue despojado de los siete títulos y perdió casi todos sus patrocinios.
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Jim Litke reported from Chicago, Jim Vertuno from Austin.