MIAMI (AP) — El mejor de la NBA ofreció el partido más brillante de su carrera. Está claro que LeBron James no tiene intención alguna de que ceder su condición como el Jugador Más Valioso.
Brillante en cualquier rincón del campo, James anotó 61 puntos, la mayor cantidad de su carrera, para romper el récord de la franquicia que estaba en manos de Glen Rice, y el Heat de Miami arrolló el lunes 124-107 a los Bobcats de Charlotte.
Fue el octavo triunfo consecutivo de Miami, el bicampeón defensor de la NBA, que luce cada vez mejor a medida que se acerca la postemporada.
James acertó 22 de 33 disparos de campo, incluidos sus primeros ocho triples.
“El que está allá arriba me ha dado capacidades increíbles para jugar basquetbol”, dijo James. “Sólo trato de aprovecharlas cada noche. Tengo la confianza de mis compañeros y de mis entrenadores para llegar aquí y hacer que esto suceda”.
La mejor marca de su vida era de 56 unidades, impuesta el 20 de marzo de 2006, cuando jugaba en Cleveland, ante Toronto.
Rice anotó 56 unidades para lograr el récord anterior, el 15 de abril de 1995, frente a Orlando.
James llevaba 24 puntos en el intermedio y añadió 25 en el tercer periodo. El enceste que quebró el récord llegó a 5:46 minutos del final, cuando James eludió a tres rivales y embocó en bandeja mientras caía.
“Hizo las cosas con eficiencia”, opinó el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. “Parecía que él veía la cesta tan grande como un océano”.
Spoelstra llegó a su conferencia de prensa posterior al partido con una confesión: Estuvo a punto de retirar a James de la cancha después del tercer periodo.
Afortunadamente, reflexionó mejor ese plan.
“Evidentemente, estaba en un ritmo asombroso”, dijo Spoelstra.
Al Jefferson sumó 38 puntos y 19 rebotes por los Bobcats, pero su gran actuación pasó a segundo plano.
LeBron se llevó la noche.
“Si le quitamos sus 61 puntos hubiéramos tenido una oportunidad de dar pelea al final”, dijo Jefferson.
Incluso los Bobcats se mostraron maravillados con James, quien encestó desde cualquier lugar, incluso un triple a unos 10 metros (30 pies) del aro, en las postrimerías del tercer cuarto. La multitud ovacionó a su astro, quien saltó jubiloso.
“Esa jugada la planificamos”, dijo Spoelstra en broma. “Hemos trabajado en eso durante un tiempo”.
En ese momento, dijo James, supo que la noche sería especial.
“Me sentí bastante bien en la primera mitad, pero luego del medio tiempo se pueden frustrar o frenar muchas cosas”, señaló. “Pero pude hacer que todo siguiera funcionando en el tercer cuarto, y supe que podía ser una d esas noches”.
No fue una de esas noches. Fue mejor que todas, incluso para James.
También el lunes, Jason Collins jugó los últimos minutos del partido que marcó su debut en casa con los Nets de Brooklyn, que arrollaron 96-80 a los Bulls de Chicago.
Más de una semana después de que regresó a la NBA como el primer jugador en activo que ha revelado su orientación sexual gay, Collins disputó su primer partido como local. Fue ovacionado de pie por los aficionados cuando ingresó, a 2:41 minutos del final.
“Eso fue estupendo. Me divertí mucho cuando entré al partido”, dijo. “Lo más importante es que conseguimos la victoria”.
Collins cometió una falta apenas cinco segundos después y falló su único disparo. Los Nets hilaron su tercera victoria consecutiva.
En otros partidos, los Grizzlies de Memphis vencieron 110-104 a los Wizards de Washington, para cortarles una racha de seis triunfos consecutivos; los Pistons de Detroit derrotaron 96-85 a los Knicks de Nueva York en un duelo entre equipos atribulados, y los Timberwolves de Minnesota se impusieron 132-128 a los Nuggets de Denver, con 33 puntos y 19 rebotes de Kevin Love.
Además, los Bucks de Milwaukee apabullaron 114-88 al Jazz de Utah; los Lakers de Los Ángeles superaron 107-106 a los Trail Blazers de Portland, y los Kings de Sacramento derrotaron 96-89 a los Pelicans de Nueva Orleáns.