MADRID (AP) — Lionel Messi podría ser el único culpable de las lesiones que lo están aquejando a pocos meses de la Copa Mundial.
“Es un chico que no sabe cómo administrarse, porque siente una gran pasión por el fútbol. Alguien tiene que ponerle límites”, declaró Fernando Signorini, quien trabajó de cerca con Messi.
“Va a tener problemas por su forma de ser. Está bien que uno tenga un contrato para jugar, pero el jugador debe saber cuándo hay que parar”, agregó en declaraciones telefónicas a la Associated Press. “Dado que él no lo sabe, tiene que haber alguien que comprenda cómo hay que manejarlo”.
El problema en la corva que sufrió el 10 de noviembre y que lo tendrá inactivo cerca de dos meses se sumó a una serie de lesiones que ha padecido en el último año y que crean inquietud en Argentina de cara a la Copa Mundial de mediados del año que viene.
El argentino había dicho que no estaba del todo recuperado de su última lesión. Pero la semana pasada fue la última oportunidad que tuvo de recoger votos para la selección del Bálón de Oro, que aspiraba a ganar por quinta vez seguida, y decidió jugar, con las consecuencias conocidas.
Signorini, quien también fue el preparador físico personal de Diego Maradona en sus mejores años, trabajó con Messi cuando Maradona dirigió la selección, pero se fue cuando el astro se alejó del equipo tras el fiasco de la Copa Mundial de Alemania en el 2006.
Signorini dijo que Messi y Maradona comparten la misma pasión por el deporte y quieren jugar todos los partidos con sus clubes y sus selecciones.
Messi así lo hizo durante casi cinco temporadas y ahora lo está pagando.
“Tiene que confiar en la gente que lo atiende, especialmente la gente de Barcelona”, que es la que está con él todos los días, dijo Signorini. “(Pero) El jugador también debe saber cuándo parar y tomarse un descanso. Debería escuchar más a los demás, porque es una persona inteligente”.
El delantero, no obstante, ha dicho que no piensa fijar límites a la cantidad de partidos que disputa y que se propone jugar mientras su físico se lo permita.
El temor de lesiones aumentó desde que se fue el técnico Pep Guardiola a mediados del 2012. Un Messi sin lesiones ayudó a que Barcelona ganase 16 trofeos desde el 2009, incluidas cuatro ligas de España y dos Ligas de Campeones.
“Messi le debe mucho a Guardiola”, expresó Sebastián Fest, coautor del libro “El misterio Messi” junto con Alexandre Juillard. “Esa característica obsesiva de Guardiola ayudó a ‘ordenar’ a Messi y a que diera lo mejor de sí”.
Messi tenía una historia de lesiones bajo la gestión de Frank Rijkaard. Pero mejoró su dieta y sus hábitos fuera de la cancha y su rendimiento levantó. Además, el preparador físico Juan Brau viajó con él todo el tiempo, acompañándolo incluso cuando se incorporaba a la selección argentina.
“En los primeros tiempos Guardiola intentó incluso dosificar al argentino, hacerlo jugar menos, pero ahí hubo un choque”, dijo Fest. “‘Vos no entendés, yo tengo que jugar siempre’, le dijo Messi, que se ausentó de algunos entrenamientos enojado cuando el técnico no hacía lo que él quería. En cierto sentido, Guardiola cedió, porque Messi jugó prácticamente todos los partidos (y casi siempre los 90 minutos) durante sus años al frente del equipo”.
Hacia el final de la gestión de Guardiola, las relaciones entre el técnico y el jugador se habían empañado al punto de que ni se hablaban, según el libro.
Messi no jugó los últimos partidos de la temporada pasada y actuó disminuido en la humillante derrota ante Bayern Munich por las semifinales de la Liga de Campeones debido a una lesión, que aparentemente no atendió debidamente en su afán por volver a jugar.
Fuera del terreno también hubo problemas.
Messi fue acusado de evasión impositiva y tuvo que pagar 6,6 millones de dólares atrasados. A ello se sumaron las tensiones de ser capitán de una Argentina que quiere hacer un gran papel en la Copa Mundial de Brasil, aunque el jugador asegura que eso no le quita el sueño y que las lesiones son cosas del fútbol.
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Paul Logothetis está en Twitter como (arroba)PaulLogoAP