MONTERREY, México (AP) — Los 16 integrantes de la banda de vallenato Kombo Kolombia se presentaban en una finca en el norte de México cuando al menos 10 personas armadas entraron al lugar y los obligaron a subir a unos vehículos junto con cuatro elementos de su personal, dijo un superviviente a las autoridades.
El superviviente, un integrante de la banda, le dijo a la policía que a 18 les vendaron los ojos y los llevaron por caminos de terracería hasta que se detuvieron y escuchó disparos y a los atacantes diciendo dónde iban a dejar los cadáveres, dijo el vocero de seguridad del estado de Nuevo León, Jorge Domene.
El sobreviviente escuchó a los agresores preguntar a los músicos si pertenecían a un grupo criminal, luego escuchó disparos y los cadáveres fueron tirados en una noria, indicó el funcionario.
El sobreviviente, que está siendo protegido por militares, pudo llegar a una finca cercana y pedir ayuda, agregó Domene. El hombre no dio detalles de cómo escapó.
El hombre después llevó a las autoridades al pozo donde encontraron varios cadáveres, señaló el vocero.
Domene dijo a la estación Radio Fórmula el domingo que cuatro cadáveres sacados del pozo ya fueron identificados, incluyendo el de un colombiano que era tecladista del grupo.
Domene agregó que tres o cuatro de los cadáveres que fueron recuperados primero tenían una camiseta con el nombre de la banda, pero que las autoridades seguían esperando a identificarlos.
Para el lunes por la tarde, las autoridades habían retirado 12 cadáveres del pozo ubicado junto a un camino de terracería en el pueblo de Mina, a 225 kilómetros (140 millas) de Laredo, Texas, informó Domene. Los cadáveres recuperados tenían señales de tortura, dijo un funcionario forense que hizo sus declaraciones bajo condición de permanecer en anonimato al no estar autorizado para divulgar información sobre el caso.
Agregó que era difícil identificar cuántos cuerpos más había porque estaban sumergidos en el agua.
Dieciséis integrantes de la banda Kombo Kolombia y cuatro integrantes de su personal técnico fueron reportados como desaparecidos en las primeras horas del viernes después de presentarse en una fiesta privada en una finca llamada La Carreta, en el pueblo de Hidalgo, a unos 41 kilómetros al norte de Monterrey, la capital del estado. Sin embargo, Domene indicó que eran 18 los integrantes de la agrupación.
El vocero estatal informó que los asistentes a la fiesta están siendo interrogados y que la policía todavía tiene que establecer un motivo para los asesinatos.
El estado de Nuevo León, limítrofe con Texas, ha sido escenario de una guerra territorial entre el cártel del Golfo y el cártel de los Zetas.
La gente que vive cerca de la finca en Hidalgo dijo reportó haber escuchado disparos alrededor de las 4:00 de la madrugada del viernes, seguidos del ruido de varios vehículos alejándose a toda velocidad, dijo otra fuente de la Agencia Estatal de Investigación de Nuevo León. La fuente habló a condición de guardar el anonimato porque no estaba autorizada para ser citada por los medios de comunicación.
Los funcionarios añadieron que es común escuchar disparos en la zona y que los investigadores encontraron casquillos percutidos.
Los familiares de los músicos presentaron el viernes una denuncia oficial por la desaparición de sus seres queridos, después de haber perdido contacto telefónico con ellos tras la función. Cuando los familiares acudieron a la finca a investigar, encontraron los vehículos de familiares aún estacionados en el exterior.
Desde hace tres años Kombo Kolombia tocaba vallenato, un estilo de música colombiana popular en el estado de Nuevo León. La mayoría de los músicos del grupo eran residentes de la zona, aunque las autoridades estatales dijeron que uno de los desaparecidos era ciudadano colombiano con residencia en México.
La banda solía presentarse en bares en el centro de Monterrey los fines de semana. Al menos dos de los bares donde se han presentado habían sido atacados con armas de fuego.
Este es el secuestro de mayor número de personas desde que 20 turistas del estado occidental de Michoacán fueron raptados en Acapulco en 2010. La mayoría de sus cadáveres fueron encontrados un mes después en una fosa clandestina. Las autoridades dijeron en ese entonces que los turistas fueron confundidos con integrantes de un cártel de las drogas.
En los últimos años, los miembros de otros grupos musicales han sido asesinados en México, pero casi todos interpretaban los llamados “narcocorridos”, que elogian las hazañas de los narcotraficantes. Sin embargo, Kombo Kolombia no cantaba ese género musical y sus letras tampoco abordaban la violencia o el narcotráfico.
Los músicos de narcocorridos no son las únicas víctimas, dijo Elijah Wald, autor del libro “Narcocorrido: A Journey into the Music of Drugs, Guns and Guerrillas”, sobre los orígenes de este tipo de música.
“No está realmente correlacionado. Los narcos contratan a gente para que toquen en sus fiestas y ellos contratan lo que esté de moda”, dijo. “Sergio Gómez, el cantante más famoso que asesinaron de K-Paz de la Sierra, tenía un éxito que era una versión de ‘Jambalaya”’, dijo sobre la pieza romántica de la banda.
Gómez fue secuestrado y apareció estrangulado y torturado en 2007 en Michoacán, un día después de que Zayda Peña, del grupo “Zayda y Los Culpables”, fuera asesinada en un hospital mientras se recuperaba de una herida de bala que le hicieron en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas.
Valentin Elizalde, “El Gallo de Oro”, fue asesinado junto a su mánager y su chofer en 2006 tras una presentación en Reynosa, otra ciudad de Tamaulipas, y el cantante norteño Sergio Vega fue asesinado en el estado de Sinaloa en 2010.
“Mucha gente está siendo asesinada porque están en el lugar equivocado en el momento equivocado, y los músicos entran en esa lista”, dijo Wald.