NUEVA ORLEANS, Luisiana, EE.UU. (AP) — La policía de Nueva Orleáns encara un reto inmenso con la presencia de unos 150.000 fanáticos que estarán en la ciudad para el Super Bowl a pocos días de Mardi Gras, la tradicional fiesta que atrae a miles de parranderos al Barrio Francés y sus restaurantes, bares y discotecas.
Todo comenzó el viernes por la noche con el primero de los desfiles de la temporada de Mardi Gras. El itinerario de desfiles de esta semana quedó suspendido por el Super Bowl, y los preparativos para Mardi Gras se reanudarán después del partido del domingo, con desfiles a partir del próximo miércoles.
Los 1.200 policías de la ciudad trabajarán jornadas de 12 horas durante más de tres semanas, pendientes a todo tipo de problemas como crímenes comunes y borracheras, hasta tiroteos y la amenaza del terrorismo. Es un período agotador, que según las autoridades le costará a la ciudad varios millones de dólares en el pago de tiempo extra.
“Si podemos, quisiéramos darles algún tiempo de descanso”, dijo el jefe de la policía, Ronald Serpas. “Pero si no podemos, ellos lo saben y estarán listos”.
También es una oportunidad para que la policía de Nueva Orleáns muestre su nuevo rostro, luego de varios escándalos de brutalidad y mala administración. Cinco oficiales fueron hallados culpables de violación de los derechos civiles por tiroteos en los que murieron personas después del huracán Katrina.
Sin embargo, durante años la especialidad de la policía de Nueva Orleáns ha sido controlar grandes multitudes, especialmente durante las fiestas de Mardi Gas en las que miles de personas abarrotan las estrechas calles del Barrio Francés.
“Creo que la policía de Nueva Orleáns se enorgullece por su tradición y por haber demostrado que si hay algo que hace muy bien es controlar grandes multitudes”, comentó Serpas.
Policías montados a caballo vigilan el horizonte y mueven a la gente, mientras que oficiales a pie se mezclan con la multitud.
Además de los policías, durante la semana del Super Bowl habrá 200 patrulleros estatales y unos 100 oficiales de otras jurisdicciones. También habrá agentes federales, incluyendo unos 100 agentes adicionales del FBI.
La ciudad sabe bien lo que es albergar el Super Bowl, ya que lo ha organizado en nueve ocasiones, incluyendo en 2002 después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.