Norcorea lanza advertencia a EEUU-Corea del Sur

SEUL, Corea del Sur (AP) — Corea del Norte profirió el martes amenazas contra Estados Unidos y Corea del Sur por las maniobras navales que tienen lugar esta semana en las tensas aguas del mar Amarillo previo a la cumbre de ambos gobernantes aliados en Washington.

En una advertencia muy condicional, la unidad del Ejército del Pueblo Coreano responsable de las operaciones en el suroeste de Corea del Norte dijo que responderá ante cualquier proyectil que haga impacto en territorio norcoreano durante las maniobras, que comenzaron el lunes y concluirán el viernes.

En caso de que los aliados también reaccionen, se dijo en el comunicado, el mando militar de Pyongyang podría atacar entonces cinco islas surcoreanas situadas en la línea del frente marítimo entre los países.

La zona incluye aguas reclamadas por ambos países y es un probable escenario de algún futuro enfrentamiento entre las dos Coreas rivales. Corea del Norte rechaza una demarcación que el Comando de las Naciones Unidas encabezado por Estados Unidos trazó unilateralmente cerca de sus costas después de la guerra y desde 1999 el país ha librado tres choques navales sangrientos con el Sur.

Corea del Norte utiliza un lenguaje altamente crítico durante las maniobras militares que los aliados realizan durante el año. La declaración del martes tuvo un tono más suave que el discurso belicoso que Pyongyang utilizó con regularidad durante las maniobras de mayor escala que los aliados realizaron durante dos meses y que concluyeron hace una semana. La postura norcoreana incluyó amenazas de ataques nucleares y con misiles contra Washington y Seúl.

Sin embargo, esta nueva advertencia tiene lugar en momentos de posibles maniobras diplomáticas en la península coreana, la cual se encuentra técnicamente en estado de guerra debido a que la Guerra de Corea, que duró tres años, concluyó hace seis décadas en un armisticio, no en un tratado de paz.

La amenaza también fue proferida horas antes de la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la nueva presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye. Ambos expresaron confianza en presentar un frente sólido frente a Corea del Norte durante su reunión del martes en la Casa Blanca, aunque también quieren dejar abierta la puerta a las conversaciones con Pyongyang.

Persisten las preocupaciones de que cualquier escaramuza o intercambio de disparos de artillería entre las Coreas pudiera derivar en una guerra. Dos ataques atribuidos a Pyongyang en 2010 dejaron 50 surcoreanos muertos, en tanto que Park ha dicho reiteradamente que Seúl responderá con fuerza a otra agresión del norte.

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