WASHINGTON (AP) — Las madres obesas tienden a tener hijos que se vuelven obesos.
Sin embargo, un innovador estudio sugiere que la cirugía para perder peso puede ayudar a romper ese ciclo no saludable de una manera inesperada, al afectar el comportamiento de los genes de los hijos.
En el primer estudio de su tipo, investigadores canadienses estudiaron a niños nacidos de mujeres obesas, así como a sus hermanos y hermanas concebidos después de que la madre se sometió a una cirugía de reducción de la obesidad.
Los hijos nacidos después de que la mamá perdió mucho peso fueron más delgados que sus hermanos y tuvieron menos factores de riesgo que los predispusieran a sufrir diabetes o cardiopatías más adelante en su vida.
Asimismo, los investigadores descubrieron que diversos genes relacionados con problemas de salud y vinculados a la obesidad trabajaron de manera diferente en los hermanos más jóvenes que en sus hermanos y hermanas mayores.
Naturalmente, la dieta y el ejercicio desempeñan un papel muy importante en el peso de los hermanos menores, y se trata de un estudio pequeño. Sin embargo, los resultados sugieren que los niños nacidos después de la operación de la madre pueden tener una ventaja.
“El impacto en los genes, el efecto dura el resto de su vida”, pronosticó la doctora Marie-Claude Vohl de la Universidad Laval en la ciudad de Quebec. Ella ayudó a dirigir el trabajo presentado el lunes en la revista de la Academia Nacional de Ciencias.
¿Por qué habría una diferencia? No es que la madre transmita genes diferentes, sino que la manera en que esos genes funcionan en el cuerpo de su hijo es distinta.
La idea: factores dentro del útero parecen afectar a los reguladores que se desarrollan en los genes de un feto, cambios químicos que hacen a los genes acelerarse o disminuir su velocidad, o que se enciendan y apaguen. Eso a su vez puede influir mucho en la salud.
El estudio de los hermanos es una “manera muy inteligente de evaluar esto”, dijo la doctora Susan Murphy de la Universidad de Duke.
Ella no participó en la investigación canadiense, pero estudia los efectos uterinos en la salud posterior. Dice que tiene sentido biológico que el entorno nutricional temprano pudiera afectar el metabolismo en desarrollo, aunque advierte que los hábitos más saludables de la familia después de la cirugía de la madre también pueden ser un factor que influya.