NUEVA YORK (AP) — Si quiere usted enterarse de lo último en Facebook, sólo tiene que contemplar al rebanador de bananas Hutzler 571.
En algún momento el año pasado, los usuarios de Facebook empezaron a compartir en tono de broma reseñas sobre el rebanador, un pequeño artefacto doméstico de color amarillo y forma de banana. Fueron compartiendo con amigos que fueron compartiendo con otros amigos. Poco después, Amazon empezó a pagarle a la gente para promover el producto, y las reseñas se volvieron ubicuas en la red social.
En cierto momento, el chiste se volvió aburrido. Pero surgía una y otra vez, como esa broma que el abuelito cuenta todo el tiempo y que ya a nadie le causa risa.
El fenómeno del rebanador se ha vuelto común en Facebook, y ello invita a reflexionar: ¿Se ha vuelto aburrido ese sitio social?
Muchos usuarios, especialmente los adolescentes y veinteañeros, están aburridos del sitio, de la interminable perorata de comentarios, de las fotos que a nadie le interesa, de las inexplicables solicitudes de conectarse.
¿Acaso se ha vuelto Facebook otra más de nuestras muchas tareas cotidianas? ¿Acaso se han hundido los momentos más importantes en la vida de nuestros seres queridos, en el fango de los comentarios inocuos y chistes superficiales?
“Cuando tuve Facebook por primera vez me pareció lo máximo. El que tenía Facebook era parte del grupo porque todo el mundo lo tenía”, expresa Rachel Fernandez, una chica de 18 años que se registró en el sitio hace cuatro ó cinco años.
¿Y ahora?
“Facebook se ha vuelto medio aburrido”, declara.
Siempre se ha hablado del inminente declive de Facebook. Algunos dicen que la gente se ha cansado, otros dicen que perdió su atractivo cuando la gente mayor comenzó a meterse. Un estudio reciente del Centro Pew para el Estudio de la Internet y la Familia determinó recientemente que un 61% de los usuarios de Facebook se han tomado una pausa debido a razones como “demasiados chismes” o “aburrimiento”. Otros dijeron que simplemente no tienen tiempo para eso.
Si llegan a disminuir los usuarios de Facebook, o incluso si se conectan con menos frecuencia, las ganancias de la empresa podrían verse afectadas. El sitio, que se mantiene gracias a la publicidad, registró ganancias de 5.100 millones de dólares en el 2012, en comparación con 3.700 millones de dólares el año anterior.
Pero hasta ahora, por cada persona que ha abandonado el sitio, varias más se han incorporado. Facebook tiene más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo. De ellos, 618 millones revisan su cuenta a diario.
De hecho Fernandez, quien vive en Traverse City, Michigan, no ha abandonado a Facebook. Aunque no le presta mucha atención al torrente de comentarios, fotos y videos colgados por otros usuarios, lo usa para comunicarse con gente cercana, como por ejemplo un estudiante de intercambio alemán al que conoció dos años atrás.
Fernandez usa Facebook como otros usan el teléfono o el correo electrónico. Prefiere usar al sitio social porque es donde están todas sus amistades cercanas. Es por ello que la principal ventaja de Facebook podría convertirse también en su principal desafío.
“Nunca hemos visto un sitio de socialización por internet que le funcione a todos”, comenta Danah Boyd, un experto en comunicaciones por internet en Microsoft Research. “La gente no tiene ganas de saber todo lo que pasa con todo el mundo a que ha conocido en su vida”.
¿Pasará Facebook al olvido, como los mensajes de correo electrónico? Los que crecimos en la época de AOL recordamos con nostalgia los días en que regresábamos de la escuela y revisábamos la computadora para ver si alguien nos había escrito. Boyd, quien tiene 35 años, recuerda sus días de adolescente “cuando pensaba que el correo electrónico era lo máximo”.
Poca gente cree eso hoy en día. Ian Bogost, profesor en el Instituto Tecnológico de Georgia, recientemente colocó un mensaje en Facebook comparando al correo electrónico con una plaga bíblica.
“Estaba un día ocupado borrando todos mis mensajes electrónicos y se me ocurrió que me sentía como si estuviera batallando contra una plaga de langostas”, dice Bogost.
Aunque el email ha dejado de ser la sensación del momento y se ha convertido en una pesada rutina en menos de 20 años, nadie le está escribiendo el obituario. Y así mismo, el declive de Facebook no necesariamente es augurio de su obsolescencia.
“No creo que los adolescentes van a huir masivamente de Facebook, pero no creo que será su sitio de internet preferido”, comenta Boyd.
A comienzos de marzo, Facebook rediseñó su página para responder a las quejas de los usuarios, y parte del objetivo era eliminar la abundancia de contenidos superficiales.
Facebook sondea de vez en cuando a sus usuarios para averiguar las opiniones predominantes sobre el sitio. Jane Leibrock, quien trabaja en Facebook con el cargo de investigadora de tendencias de usuarios, dice que como hace un año comenzó a percatarse de que la gente se estaba quejando de excesivos contenidos en sus cuentas. Leibrock indagó sobre el tema y los usuarios respondieron que la gran cantidad de contenidos – enlaces, publicidad, fotos, actualizaciones, comentarios – “les estaba dificultando concentrarse en una cosa”, dice Leibrock. “Incluso, probablemente les desalentaba de buscar otros contenidos”.
El nuevo diseño de la página busca resolver ese problema. Hay un menú para “todos los amigos”, otro para diversos grupos de amigos, uno exclusivamente para fotos y uno para las páginas que son seguidas por usuarios. Como resultado, ahora los usuarios pueden ver lo que les interese, dice Chris Struhar, uno de los responsables del nuevo diseño.
“La cantidad de contenidos disponibles sigue aumentando”, expresa Struhar. “Lo que estamos tratando de hacer es darle al usuario más control sobre los contenidos que recibe”.
Una vez que el usuario vea que tiene mayor control, Facebook espera, querrá pasar más tiempo en el sitio y compartir más información de tal manera que las compañías puedan diseñar mejor sus anuncios publicitarios.
Paul Friedman, un dentista de 59 años de edad que vive en Nueva York, dice que hoy en día usa Facebook menos de lo que hacía cuando se registró por primera vez, hace unos cuatro años, pero que no sabe si es porque el sitio “es menos interesante, o si quizás es porque yo ya no estoy tan interesado en él”.
“Creo que probablemente en el pasado parecía más interesante porque era un ‘foro’ nuevo”, dice Friedman. “Ahora que no es nuevo, se necesita de un contenido más singular para hacerlo interesante”.
Aun así, Friedman sigue usando Facebook para enterarse de los eventos que organizan sus amigos, tales como conciertos o clases de yoga, o para ver videos de YouTube. Los chistes repetidos, asegura, no le molestan realmente.
“El 99 por ciento de Facebook es una pérdida de tiempo, de cualquier manera”, sostiene Friedman. “Si no fuera por ese otro uno por ciento, yo cerraría mi cuenta”.
Entre la gente de edad avanzada, Friedman probablemente es la excepción a la regla. Tammy Gordon, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Jubilados de Estados Unidos, dice que ese grupo demográfico apenas ahora está comenzando a descubrir Facebook. La página de Facebook de la organización creció de 80.000 seguidores a un millón de seguidores el año pasado.
Ese grupo es el de crecimiento más acelerado porque la gente mayor de edad tiende a ser la que más tarde adopta las nuevas tecnologías. Según un estudio reciente del centro Pew, el 32% de la gente mayor de 65 años usa las redes sociales de internet, comparado con 83% de los que están entre los 18 y los 29 años.
“Ellos no están en la misma situación de los jóvenes, de tener que recibir una excesiva cantidad de contenidos”, declaró Gordon.
Robert Worden, quien tiene 62 años de edad y tiene casi 1.100 amigos en Facebook, no se siente abrumado. Dice que se metió en Facebook hace dos o tres años, principalmente para tener contacto con su hijo, de quien se había distanciado y a quien no veía por un cuarto de siglo.
Al entrar en contacto con su hijo se enteró que tenía una nieta, quien ha sido adoptada y usó Facebook para encontrar a su familia biológica cuando llegó a los 18 años de edad.
Worden, quien vive en Paducah, Kentucky, dice que si no fuese por Facebook probablemente nunca hubiera entrado en contacto con su hijo y ni de lejos se hubiera enterado de que tenía una nieta. También se reencontró con sus ex vecinos de Memphis, Tenesí, gracias a Facebook, gente a la que no veía desde hace medio siglo.
El vecindario se había deteriorado en los 60, la gente se fue “y nunca nos pudimos volver a reunir”, dice Worden. “Fue entonces que alguien tomó la iniciativa de crear una página de Facebook”, y organizaron un reencuentro. Cincuenta personas asistieron.
Worden dice que Facebook es su “principal medio de comunicación con el mundo”.
“Otra gente lo utiliza para las noticias, pero para mí las noticias no cubren las cosas adecuadamente”, dice Worden. “En Facebook me entero de las cosas directamente de la gente que vive en el lugar, me dan la información de manera instantánea”.
Daniel Singer, un joven de 13 años, es aficionado a “diseñar atractivos interfaces y estar en mi escritorio creando fabulosas aplicaciones de computadora”, según dice su reseña en Facebook. El año pasado, el joven creó YouTell, un sitio de internet que permite a la gente hacer todo tipo de comentarios, vía anónima. Uno puede usarlo mediante Facebook, o por correo electrónico. Como persona aficionada al diseño, Singer dice que la página de Facebook es “brillante”. Aun así, opina que el adolescente promedio desea tener cosas nuevas. Ejemplos de otros sitios de internet son Twitter, Instagram y Pheed, una aplicación para compartir textos, audios, fotos y videos creada el año pasado.
Para Singer, Facebook es una rutina cotidiana. “Es como cepillarse los dientes”, dice.
En los siete años desde que Mark Zuckerberg fundó Facebook, el sitio ha pasado de ser una red exclusiva del mundo universitario, a una plataforma usada por una séptima parte de la población mundial. Ningún otro sitio web tiene esa magnitud.
Los antecesores de Facebook, como MySpace y Friendster, causaron impresión pero fueron efímeros ante los gustos cambiantes de los jóvenes. Para Boyd, sin embargo, Facebook no es solamente un sitio de internet sino “una infraestructura tecnológica que soporta una enorme cantidad de otras cosas”.
“No se trata de ofrecer más contenidos para atraer de nuevo a la gente”, comenta Boyd, sino preguntarse qué implica proveer un servicio vital en vez de algo “divertido pero superficial”.
Jimmy Wales, el fundador de Wikipedia, cuyo cibersitio Wikia recientemente realizó un estudio sobre los hábitos tecnológicos de sus usuarios, coincidió. Los adolescentes, sostiene, “ciertamente consideran que Facebook tiene valor”.
“Creo que estamos presenciando una evolución. Facebook ya no es simplemente una plataforma donde la gente se comunica, sino que es parte de la infraestructura del mundo, pero no sé si a largo plazo eso será una desventaja para Facebook”.
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Barbara Ortutay está en Twitter: https://twitter.com/BarbaraOrtutay