BARCELONA, España (AP) — La liga española oficia casi de descanso para el Barcelona, líder absoluto del campeonato con 12 puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid y pendiente de resolver otros asuntos capitales como su clasificación a los cuartos de final de la Liga de Campeones o superar la semifinal de Copa del Rey ante el Real Madrid.
El Madrid marcha tercero sin mayor aspiración que ganar el clásico liguero a los azulgranas del próximo 2 de marzo y, cómo no, eliminar al Barsa de la copa para seguir optando a uno de los tres grandes títulos de la temporada.
La Champions continúa siendo el gran objetivo “merengue”, aunque de difícil abordaje tras conceder el miércoles un empate, 1-1, en casa en el choque de ida por los octavos de final contra el Manchester United.
Es por ello que el cotejo por la 24ta fecha del domingo ante el Rayo Vallecano, más allá de la rivalidad ciudadana, no presenta grandes alicientes deportivos para el Madrid, desentendido parcialmente del torneo desde hace semanas.
Algo parecido le ocurre al Barsa, goleador del Getafe por 6-1 la fecha anterior, con la visita del sábado a Granada: su principal objetivo es no sufrir bajas de cara al viaje del miércoles a Milán, donde le espera el siete veces campeón continental.
Tras el partido en Granada, el cuadro azulgrana afronta un tramo complicado con el choque de Champions, la visita del Sevilla por la 25ta fecha y los dos cruces consecutivos con el Madrid por la copa y la liga.
Así las cosas, el torneo doméstico se antoja más bien un escenario propicio para alimentar el duelo individual entre los dos máximos cañoneros, el azulgrana Lionel Messi (35 dianas), en pleno récord de fechas seguidas con gol (13) y Cristiano Ronaldo (24 redes), autor de un triplete el pasado sábado contra el Sevilla y del tanto que niveló el marcador con el Man U.
La baja de David Villa por cálculos renales es la única preocupación en el Barsa, que reservara a Xavi Hernández para Milán, mientras que José Mourinho no podrá contar con el argentino Gonzalo Higuaín, Alvaro Arbeloa o Luka Modric ante el Rayo por sanción.
Previo a ese partido y después de participar el jueves en la Liga Europa, el Atlético jugará en Valladolid, equipo al alza con vistas a pelear otros objetivos que no sean la permanencia. El goleador colombiano Radamel Falcao marcó de penal la fecha anterior, pero el Atlético necesita recuperar su mejor versión de cara al último tramo del campeonato para mantenerse segundo.
La fecha inicia el viernes con la visita del Deportivo La Coruña, colista y con nuevo entrenador, Fernando Vázquez, a la cancha de un Sevilla que regresó goleado del estadio del Madrid la pasada fecha.
Getafe y Celta de Vigo abrirán la programación sabatina, que se completa con el cotejo Osasuna-Zaragoza y donde destaca el duelo entre el Málaga del chileno Manuel Pellegrini y el Athletic de Bilbao del argentino Marcelo Bielsa, en espiral negativa tras la paliza que le endosó en su casa el Espanyol el pasado domingo. Pellegrini, pendiente de su propio compromiso de Champions ante el Porto el martes, no puede reservar a demasiados titulares si quiere conservar la cotizada cuarta plaza. “La Champions está muy reñida y tenemos los ojos puestos en el Athletic”, subrayó el jueves el chileno Manuel Iturra.
Precisamente el Espanyol del mexicano Javier Aguirre aspira a seguir alejándose del descenso el domingo ante un Betis que compite por recuperar su plaza europea. Aguirre, sin el argentino Juan Forlín, sancionado, anda pendiente del retorno de Wakaso Mubarak de la Copa Africana, con retraso injustificado, pero espera que el uruguayo Christian Stuani siga rindiendo a buen nivel en su lugar. “Nuestro estadio es un fortín. Hemos logrado que los rivales nos respeten, pero queremos atar la permanencia”, dijo Stuani.
La Real Sociedad, que suma los mismos puntos que el Betis, juega la mañana del domingo ante el Levante, a una victoria de alcanzar a ambos en la tabla pero con otro frente abierto entre semana en la Liga Europa.
El otro implicado en el descenso, el Mallorca, tiene el difícil reto de puntuar en cancha del Valencia, quinto clasificado y ansioso por sacarse la espina de la derrota ante el Paris Saint Germain por la Champions.