TAIPEI, Taiwán (AP) — El segundo Premio de la Academia al mejor director para el taiwanés Ang Lee lo colocó entre el circulo más selecto de directores y lo convirtió en un héroe en un país diplomática y físicamente aislado.
La victoria de Lee en los Oscar por la historia fantástica “Life of Pi” llegó tras su éxito como director de 2005 “Brokeback Mountain”, y estuvo acompañada por premios adicionales a los mejores efectos visuales, cinematografía (premio que recibió el chileno Claudio Miranda) y música original. Con sus cuatro Oscar, “Life of Pi” se colocó como la mayor ganadora de la noche.
Las noticias del triunfo de Lee encantaron a los taiwaneses, muchos de los cuales vieron en vivo la transmisión de la ceremonia. No fue solo lo sorpresivo del premio al mejor director, pues Steven Spielberg era considerado el favorito de la categoría por “Lincoln”, sino el gran orgullo que sintieron porque uno de su compatriotas destacara a nivel mundial.
Desde que Taiwán perdió la mayoría de sus aliados diplomáticos ante China en la década de 1970 y 1980, pues ambas partes disputaron en una guerra civil hace seis décadas, Taiwán ha estado en la periferia de la comunidad internacional. Ahora es reconocido por 23 países, la mayoría pobres o con poca influencia, y excepto en los aspectos tecnológicos o de informática, su impacto mundial es pequeño.
El presidente taiwanés Ma Ying-jeou consideró el triunfo de Lee un cambio, por lo menos temporal, a esa tendencia y agradeció al director “por llevar a Taiwán al mundo”.
“Los taiwaneses están orgullosos de usted”, dijo Ma en un mensaje de felicitación.
Algo que hizo aún más dulce el triunfo de Lee en los Oscar fue el importante papel de Taiwán en la producción de “Life of Pi”, que cuenta la historia de un chico indio naufrago que comparte su pequeño bote con un feroz tigre de bengala. La mayoría de la película se filmó en un tanque especialmente construido en la ciudad de Taichung, y muchos taiwaneses participaron en la cinta.
Mike Yang, uno de los integrantes taiwaneses de la producción, dijo que Lee tenía la devoción total de su equipo en Taichung.
“Si quería que hiciéramos la ola más grande o el movimiento del tigre animado más detallado estábamos dispuestos a cooperar, y no porque fuera Ang Lee, sino porque nos inspiraba respeto”, dijo Yang.
El director nacido en la ciudad de Pingtung, en el sur de Taiwán, en 1954, fue a Estados Unidos en 1979 para estudiar cine en la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign. Cobró fama internacional por su versión de “Sensatez y sentimientos” de 1995, y fue nominado al mejor director por “El tigre y el dragón”, que en 2001 ganó el Oscar a la mejor película de lengua extranjera.
A pesar de los conflictos políticos, Lee tiene muchos seguidores en China, que reclama Taiwán como parte de su territorio. El crítico de cine chino Meng Yuankai felicitó a Lee por su triunfo. “Es un orgullo para la etnia china, me muero de ganas de ver la próxima producción”, dijo en el servicio Sina Weibo, la versión china de Twitter.