NUEVA YORK (AP) — Quizás no le agrade a los más puristas; quizás, hasta los escandalice. Pero el actual romance entre “Forever Tango” y Gilberto Santa Rosa podría ser unos de esos amores fugaces de verano para recordar.
“Forever Tango” está de vuelta en Broadway con sus apasionados movimientos, miradas y emociones, tres invitados especiales y un giro musical: Santa Rosa no sólo le ha su voz a los clásicos de Argentina sino que ha traído su estilo y su ritmo, además de un par de canciones de su propio repertorio, con letras desgarradoras que van perfectamente con el tango: “Si te dijeron” y “Que alguien me diga”.
Desde las primeras notas de los tangos “Garúa” y “El día que me quieras”, hasta las versiones tangueadas de sus temas, el cantante puertorriqueño fue recibido con vítores y aplausos mientras mostraba el talento y el carisma que le han merecido el apodo del Caballero de la Salsa.
El mismo entusiasmo se exhibe por los ex novios ucranianos Karina Smirnoff y Maksim Chmerkovskiy, los otros dos invitados del espectáculo, de la exitosa competencia de TV “Dancing with the Stars”. Su indiscutible técnica y presencia resulta cuanto menos interesante de mirar (en especial como ex amantes en su intensamente caliente tercer número), aun cuando no logran ocultar la falta de naturaleza en movimiento y expresión, una que les sobra a los bailarines de la compañía por llevarla en la sangre.
Es un baile difícil de lograr, han admitido los ex campeones de baile de salón latino. “Es como tratar de ser un gran poeta en otro idioma”, dijo Chmerkovskiy recientemente a The Associated Press.
El tango es probablemente el producto de exportación más popular de Argentina. Se desarrolló en Buenos Aires en la década de 1880 a partir de estilos locales y elementos de la música cubana, africana y europea. La salsa, uno de los estilos más populares de la música latina, explotó en los 70 en Nueva York, aunque muchos argumentan que el ritmo nació muchos años atrás en Cuba.
El resto de los bailarines incluyen a los veteranos de “Forever Tango” Juan Paulo Horvath —con Victoria Galoto— y Marcela Durán —con Gaspar Godoy_, además de “Zumo” Leguizamón y Belén Bartolomé, Florencia Blanco y Hernán Lazart, Diego Ortega y Aldana Silveyra, Sebastián Ripoll y Mariana Bojanich, Soledad Buss y César Peral y, como el alivio cómico a tanto sudor y pasión, Natalia Turelli y Ariel Manzanares, quienes juguetonamente hacen reír al público.
La música es exquisitamente interpretada por la orquesta, que incluye maravillosas actuaciones del creador de “Forever Tango” Luis Bravo en el chelo y de Jorge Vernieri en el piano. Pero el foco de atención se lo llevan los bandoneonistas, cuatro hombres mayores (el más joven de los cuales tiene 70 años), que resaltan por su destreza y entusiasmo: Víctor Lavallén, Carlos Niesi, Jorge Trivisonno y Eduardo Miceli.
“Son maestros que tocan la verdadera manera de tocar el tango. No quedan como ellos. Ya no hay. Se ha deformado todo”, dijo Bravo la semana pasada en una conferencia de prensa. “Yo si no vengo con los maestros no vengo”.
“Forever Tango” se presentará en el Teatro Walter Kerr hasta el 15 de septiembre, con Smirnoff y Chmerkovskiy actuando hasta el 11 de agosto.
Santa Rosa termina su compromiso limitado el 28 de julio, pero el romance del show con la salsa seguirá con el nicaragüense Luis Enrique, que se presentará del 30 de julio al 18 de agosto.